El tribunero Rubi

Cuando se anunció desde el club que Rubi convocaba a los medios “a título personal” (sic), fue inevitable hacer cábalas sobre qué era lo que el entrenador catalán podía decir. Hubo quien temió que anunciaría su marcha, pero teniendo en cuenta el jugoso contrato que tiene firmado, yo lo daba por descartado. Otros pensaron que quizás el entrenador iba a hacer un balance de la temporada, reflexionando sobre lo que se hizo bien, que algo hubo y lo que se hizo mal, que también hubo, sobre todo de su parte. En realidad, habría sido algo muy bueno un ejercicio de autocrítica para empezar a construir el proyecto de la temporada que viene, donde el objetivo no puede ser otro que el ascenso directo. Sin embargo, Rubi quiso vestirse de tribunero, calentar la oreja de la afición, haciendo un estéril inrento de rabieta, ya que sabe de sobra que sus peticiones van a caer en saco roto y aquí paz y después gloria. Solo le faltó gritar que “Almeria Nunca Se Rinde” y decir que luchamos “contra todo y contra todos”. De sus más que discutibles decisiones y errores no dijo ni pío. Y es una pena. Porque si creemos que hemos perdido el ascenso por no tener a Luis Suárez en el play-off, hay un problema más gordo de lo que pensaba. Es cierto que con la cacicada de Colombia, con la ineptitud de la Liga y el club, nuestras opciones disminuyeron. Aún así, fuimos mejores que el Oviedo y merecimos pasar, pero no se perdió ahí. Lo tiramos en la segunda vuelta con nuestras bochornosas actuaciones fuera de casa y eso es responsabilidad de jugadores, entrenador y club, por inacción...