Solo vale vencer

Lo del lunes no es un partido cualquiera; es una finalísima. Es natural que el almeriensismo esté ahora mismo preocupado, molesto y con pocas ganas de que le hablen de la situación en la que se encuentra el equipo. El 2025, más allá de aquel regalazo de reyes que brindó la tropa de Rubi en Copa, es decepcionante. En La Coruña, al igual que en Albacete o en casa con el Oviedo, el Almería volvió a desnudar aquellos problemas competitivos de principios de curso, que incluso le dejaron en la zona roja de la tabla: errores individuales, el equipo partido en dos, cambios tardíos y los extremos sin capacidad para generar oportunidades en campo rival. Hay más dudas que certezas a día de hoy, más tras el poco movimiento este mercado. Solo se puede manejar un escenario para que la UDA salga de ese atolladero de incertidumbre de cara a recuperar ese gen ganador que le permitió durante tres meses acongojar a toda la Segunda División: ganar el lunes. Que no les quepa la menor duda de que una victoria sería un verdadero punto de inflexión para alcanzar el objetivo. Y llega el Elche, el equipo más en forma y el que mejor se ha reforzado en esta ventana invernal, oliendo sangre. Van en moto y con la mentalidad de alejar a aquel que fue, hasta hace un mes, el ‘coco’ de la categoría. Y no hay mejor momento para dar el do de pecho que en un escenario de esta magnitud. Por supuesto, en las manos de Rubi y los suyos estará la resolución de la finalísima. Aunque tampoco podemos obviar el factor afición. Sé que el horario, teniendo en cuenta de que es el partidazo de la jornada, es una auténtica desfachatez. Pero es precisamente el lunes cuando toda la familia unionista tiene que lucir la mejor de sus galas. Es terriblemente jodido por todos los factores que se han juntado en una misma semana: bajas, sin victorias desde hace un mes, fuera del ascenso directo, calendario... Pero el lunes toca arremangarse. Llega el Día D y la hora H. Solo vale vencer.