El verano de inflexión

El Almería ha confirmado tres fichajes contrastados para la categoría, demostrando que el club entiende lo mucho que hay en juego esta temporada, ya que todo lo que no sea ascender, pondrá en serios apuros al club. A los fichajes libres de Patrick Soko y Àlex Muñoz, se unió el de Chirino, por el que se ha pagado traspaso al Castellón. El defensor holandés puede actuar como lateral derecho, carrilero y central. Destaca por su poderío físico y su proyección, con lo que el club espera rentabilizar su fichaje en el futuro. Marcos Luna, lateral diestro del Zaragoza, continúa en la lista de la compra, al tiempo que el club anunció la venta de Arnau Solà al Arouca. No es la única venta que esperamos hacer al país vecino. El Sporting pierde a su goleador, con destino al Arsenal, y Luis Suárez es el objetivo número uno para reemplazarlo. Esta venta, y la de Pubill, con destino muy probable en Italia (se habla de Milan y de Roma), darán un impulso al mercado rojiblanco, que promete ser muy movido en las próximas semanas. De hecho, el club confía en sacar entre 35 y 40 millones de euros por los dos, algo nada descabellado con las cifras que se manejan hoy día y con los antecedentes de ventas del club almeriense desde que pasamos a tener propiedad árabe. También se da por hecha la marcha de Robertone, por el que hay interés en Argentina, y Radovanovic, con destino probable en Turquía. Estas ventas permitirían al club respirar con el límite salarial y mantener a Arribas y Lopy, cuya continuidad se considera clave. Además, Solà no será el único de los cedidos que salga traspasado, si es posible. El club sabe que este verano es un punto de inflexión y no se puede fallar...