la consulta del especialista

antonio Ríos

Nadal se rinde... por ahora

Muñeca. La dolencia tiene un culpable poco popular pero no por ello menos importante: el cubital posterior Tendinopatía. Es una respuesta del tendón al estrés o al trauma repetido

PRIMERO se perdió Wimbledon por precaución ya que las sensaciones no fueron buenas. Medalla de oro en dobles en los JJOO de Río pero eliminado y sin posibilidad de medallas. El resto de torneos de la temporada tampoco han sido un camino de rosas para Rafa Nadal. Sus derrotas ante rivales de menor entidad, han encendido las alarmas. Finalmente el propio jugador y su entorno han tomado una decisión dolorosa pero sabia, parar para curarse. Rafa ya sabe lo que es abandonar compromisos deportivos por una lesión. La tendinitis crónica del tendón rotuliano de su rodilla derecha le tuvo en el dique seco casi una temporada completa. La dolencia ahora tiene un culpable menos popular pero no por ello menos importante, el cubital posterior.

Anatomía de la muñeca

La articulación de la muñeca la forman dos huesos principales, el radio y el cúbito. Ambos articulan con la primera hilera de pequeños huesecillos de la mano como son escafoides, semilunar y piramidal. Además, radio y cúbito se articulan entre ellos en la llamada articulación radiocubital distal. Dicha articulación es de suma importancia para los deportes de raqueta porque es sobre la que se articula la pronosupinación, es decir, el giro de la muñeca que provoca que la palma vaya hacia arriba o hacia abajo, actuando como una bisagra. Es una articulación no congruente y los tejidos blandos juegan un papel muy importante a la hora de estabilizarla. Se mueve sincrónicamente con la articulación que une radio y cúbito en el codo, la llamada proximal, por lo que cualquier alteración de una de ellas ya sea en la muñeca o en el codo, altera toda la función del antebrazo. El eje de movimiento pasa con la carga desde la cabeza del radio a la de cúbito a distal. En pronación y supinación extremas, el contacto entre ambos huesos puede ser de 2mm, lo cual es realmente poco, menos del 10% del total de la superficie. Cuando la muñeca está en posición, dicha superficie de contacto llega al 60%. Un contacto tan escaso entre los huesos en un movimiento brusco, debe estar reforzado por ligamentos, músculos y cápsula articular, de lo contrario, la articulación se luxaría.

Uno de los mayores estabilizadores es el cubital posterior. El músculo extensor cubital del carpo o cubital posterior juega un papel clave, no sólo en los movimientos activos de la extensión y la desviación cubital de la muñeca sino también en la prestación de la estabilidad en el lado cubital de la muñeca. Su posición con respecto a las otras estructuras en la muñeca cambia con la pronación y supinación del antebrazo. Como tal, debe ser móvil pero estable. El tendón del extensor cubital del carpo se apoya en estructuras estabilizadoras específicas para mantenerlo en la posición correcta para realizar sus diferentes funciones. Estas estructuras se pueden lesionar en una variedad de diferentes actividades laborales y deportivas como el tenis, el golf y el rugby . El tendón del extensor cubital del carpo es también vulnerable a patologías tendinosas distintas de inestabilidad. Se encuentra por vía subcutánea y se palpa y se visualiza fácilmente, lo que permite el diagnóstico precoz y el tratamiento de sus lesiones específicas.

Tendinopatía del cubital posterior

La tendinopatía se piensa que es una respuesta adaptativa del tendón al estrés y/o trauma repetitivo y puede progresar a través de etapas de creciente gravedad. Se describen tres estadios diferentes de tendinopatía: tendinopatía reactiva, tendón deteriorado y tendinopatía degenerativa, aunque esto ocurren como un proceso continuo en lugar de tres fases totalmente distintas.

La tendinopatía reactiva implica típicamente que el tendón está respondiendo a un rápido incremento en la carga o a un trauma directo. El tendón sigue siendo estructuralmente intacto y hay un cambio mínimo en la integridad del colágeno. Esta adaptación a corto plazo para la sobrecarga engorda el tendón y aumenta la rigidez del mismo.

El deterioro del tendón se produce con un esfuerzo excesivo continuado. La estructura del tendón comienza a cambiar, con mayor degradación de la matriz. Puede haber un aumento de la vascularidad y crecimiento neuronal.

La tendinopatía degenerativa es más común en las personas mayores debido a sobrecarga crónica. El tendón se vuelve menos eficiente en la adaptación a la carga. El colágeno se vuelve progresivamente desorganizado con rotura de la matriz, lo que puede conducir a desgarro parcial y rotura.

Según lo que ha trascendido, Nadal sufre una tendinitis del cubital posterior y una inflamación de la vaina que lo envuelve provocando dolor con los movimientos de la muñeca sobre todo con el revés listado. Cada vez que golpea nota dolor lo que le ha llevado a ser infiltrado para poder jugar. La infiltración consiste en inyectar corticoide y anestesia local buscando reducir la inflamación y reabsorber el líquido que se ha formado. Sin embargo, el resultado fue favorable inicialmente pero al continuar con los movimientos repetidos inherentes a su deporte, ha recaído.

Tratamiento

El reposo deportivo en este momento es una medida acertada. La inmovilización parcial con una férula o muñequera también ayuda.

En cuanto a otras medidas, el uso de la técnica EPI es muy extendido. Consiste en pinchar la zona inflamada con una aguja y provocar pequeñas descargas eléctricas destinadas a reducir la inflamación y promover la reparación del tejido inflamado, aumentando el aporte sanguíneo.

El plan C es inyectar plasma rico en factores de crecimiento para que sean las propias plaquetas las que se encarguen de regenerar el tejido dañado.

Esta lesión, otra más, hará que Rafa vuelva más fuerte y podamos seguir disfrutando de su tenis muchos años más.

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