La cuarta pared

La cabaña abandonada

"… nos cuenta, a través de su materialidad, el cariño y el trabajo que fueron necesarios para levantarla

Virgilio es un joven youtuber aficionado al mundo de la detección metálica, a través de infinidad de videos en su canal, narra aventuras tan variopintas como buscar tesoros escondidos por todo el mundo, mostrar el mercado de la minería en África o restaurar una autocaravana antigua. Hace un tiempo decidió comprar una pequeña cabaña abandonada con más de 100 años de antigüedad y perdida en lo alto del monte para restaurarla poco a poco con sus propias manos. Virgilio se caracteriza por tener cierto conocimiento del mundo rural y, a priori, pese a parecer una tarea complicada, el plan parecía ambicioso pero asumible.

La cabaña era una especie de establo pero muy bien construido. Cuatro grandes muros de piedras soportan una cubierta de vigas de madera a dos aguas protegida por una gran cantidad de tejas de una pizarra preciosa. A decir verdad, la cabaña, a pesar de llevar muchos años abandonada, nos cuenta, a través de su materialidad, el cariño y el trabajo que fueron necesarios para levantarla. Sufre las patologías propias de la edad, pero seguro que goza de una salud que muchas construcciones actuales solo alcanzan a soñar.

Eso sí, no cuenta con ningún tipo de instalación, ni siquiera un sistema para recoger el agua de lluvia, la cabaña solo era una especie de refugio temporal para animales, así que, además del bebedero que corona la pared del fondo, el resto era un simple almacén. La misión requeriría de cierto conocimiento en construcción, saber que es un tubo de drenaje, una lámina geotextil, una arqueta, o incluso, cómo hacer hormigón. Sin embargo, la cuestión fundamental se concentra en saber tratar bien la piedra, porque diseñar un esquema de saneamiento funcional se puede aprender leyendo blogs de construcción o incluso preguntándole a Chat GPT, pero, conocer el tacto de cada piedra solo con mirarla y tener la destreza necesaria para infundir el golpe justo para quebrarla en el punto clave solo lo dan la experiencia. Cualquier tipo de trabajo artesanal implica tiempo, todos podemos colocar un ladrillo encima de otro, pero pocos conocen el secreto para que una pared aguante 100 años en pie. A veces siento que no conozco realmente el oficio con el que me gano la vida, por eso estoy pensando en irme al monte a vivir un par de años y cambiar el ordenador, los papeles croquis y los bolígrafos de punta fina por una paleta, un casco y un lápiz de mina gorda.

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