Cambio de sentido
Carmen Camacho
Zona de alcanfort
Como decía Coque Malla, el líder de Los Ronaldos, en 2007, No puedo vivir sin ti / no hay manera / no puedo estar sin ti /no hay manera. No hay manera de que a la izquierda del PSOE los partidos se unan, a pesar de lo que hemos visto en Extremadura, de que debían de haber saltado todas las alarmas viendo el auge continuo de la extrema derecha. Es recurrente ya la división a lo largo de la historia del movimiento obrero, de la historia de la izquierda contemporánea: la característica más acusada del sector es su incapacidad para llegar a acuerdos que unan, que hagan frente común a los extremistas. Y es el caso, esto también es cierto, que no se puede vivir, no se puede estar sin esa izquierda. La democracia sería falsa y recortada sin ella.
No sé cual es la causa de esa atomización a la izquierda de la socialdemocracia. Deben ser muchas: los liderazgos mesiánicos, los tiquismiquis ideológicos, los celos electorales, los utopismos, el quítate tú que me ponga yo…, quizá todo eso junto. Nadie es capaz de sacrificar nada en favor de la unidad. Y sin unidad el voto se divide, se fracciona y se convierte en baldío. Consecuencia: gana la derecha. No existe una responsabilidad social de los partidillos de izquierda. Ni una responsabilidad histórica. Antes que ceder, prefieren que avance la extrema derecha. Pero ellos se mantienen en sus trece. Y crece el descrédito, el desprestigio, el desencanto y la desconfianza.
Hubo una época en que Podemos pudo ser, y de hecho lo fue, la esperanza. ¡Consiguió 70 diputados! Pero los tiró por la borda a base de mesianismo, populismo, ideología extremada y errores –aquello de la “pomada democrática”, no saber “vender” la ley del solo sí es sí, etc.–: una gran oportunidad histórica perdida. Luego fue Sumar. Pero Sumar no ha hecho nada en Extremadura. Ahora es inimaginable un liderazgo compartido entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz. O la alianza de Por Andalucía y Adelante Andalucía. Que si han hecho esto o lo otro, que si han dicho no sé qué, que si votaron tal, que si no han apoyado en cual… El comunismo está obsoleto. Ya lo hemos visto y lo vemos en todo el mundo: China, sobre todo, Cuba… Ya vimos en Rusia cómo acabó… El marxismo ha sido superado en muchos de sus postulados. Pero la ética, la responsabilidad social y el humanismo de la izquierda... ¿Quién va a sacrificar sus pedestres intereses electorales por todo eso? Feliz año.
También te puede interesar
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Zona de alcanfort
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Pollos de Carrier
La Rambla
Julio Gonzálvez
Si hay bares, hay vida
República de las Letras
Agustín Belmonte
No hay manera
Lo último