La ciencia también es para el verano

Hace unos días leí en la revista The Conversation un artículo que se titula “La Ciencia Sí Es Cultura” y se me vinieron varios pensamientos a la cabeza.

El primero es que nadie se extraña de que un matemático vaya a la librería y se compre una novela.

El segundo, nadie ve extraño que un ingeniero agrónomo visite el Museo del Prado.

El tercero, todo el mundo da por hecho que si un abogado escribe un libro sobre los problemas sociales de la delincuencia, ese libro se puede leer y se va a comprender, pero sin embargo -me cuesta trabajo no escribir “pero sin en cambio” que decía en tono de coña, lógicamente, mi amigo “el Pérez”- si “uno de Ciencias” y escribe un libro de cocina, dan por supuesto que será “un peñazo” difícil de leer, y pruebas tengo, con alguno escrito por químicos de la UAL de que no es así.

Digo todo esta introducción tan larga porque en Noviembre, que llegará antes de lo que deseamos, se celebra San Alberto Magno, patrón de Ciencias y surgirán, como por encanto, muchas charlas sobre Ciencias. ¡Error!.

El saber es saber. El conocimiento es conocimiento. La Ciencia es una parte del saber y las Humanidades son otra parte del saber. Y ambas caminan de la mano.

Si un mal traductor traduce mal un libro de Química, eso no hay quien lo entienda. Si un especialista en Química Orgánica no sabe expresarse en una charla sobre su materia, difícilmente va a fomentar vocaciones.

Por lo tanto, el secreto estriba en saber de Ciencias, pero también saber de Humanidades. En saber expresar tu materia profesional, en difundirla con cultura y razonamientos que resistan el análisis de “uno de Letras”.

Es decir, algo tan sencillo que se puede saber más de un tipo de conocimiento que de otro, pero el bagaje cultural que subyace bajo los conocimientos profesionales tiene que ser humanístico, pues no se nos puede olvidar que como decía “algún comunicador” somos “personas humanas” y todo lo que hacemos está impregnado de Ciencia y de Humanismo.

Mi generación tuvo mucha suerte y nos enseñaron muy bien que había que ser personas formadas como personas y como profesionales.