OPINIÓN | Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Las cosas del querer
No siempre podemos estar de acuerdo en todo, o si, pero en este caso no comparto el pronunciamiento de José María Aznar respecto a que rechaza realizar una moción de censura contra Sánchez, basándose en esta frase definitoria: “Cabeza fría, pero tensión vital máxima. Faltan dos años para las elecciones y aún queda mucho por ver”. Puede ser que lleve razón, pero vamos, en dos años podemos encontrarnos entre cipreses a la espera del Juicio Final. Incluso, Elías Bendodo apunta que “sobran los motivos” aunque “faltan apoyos” para la moción de censura.
Toda acción política es compatible, la realización de la concentración el próximo día 8 de junio en la capital del Reino, abierta a todos aquellos, que al margen de ideologías o creencias y otras cuitas, quieran evidenciar su rechazo a viva voz contra y frente al desgobierno de la Nación, invitando especialmente a los llamados socialistas “socialdemócratas”, Page, Lambán y otros, para que se unan a esta llamada desgarradora a pie de calle con el lema “democracia o mafia”.
Aunque, dentro de esta opción del socialismo hay mayor número de personas muy conocidas o no, a quienes también se les podría emplazar. En todo caso, salvo que tengan un sentido de heroicidad, no creo que vayan, porque se les insultaría ignominiosamente por el propio partido, abriéndoles expedientes disciplinarios y expulsados como lo fueron en su momento Joaquín Leguina y Nicolás Redondo.
Estoy de acuerdo en la concentración o manifestación, no un solo día, ojalá fuesen todos los días y en todas las capitales de España a instancias de la propia sociedad civil, pero también en la moción de censura, por ser un mecanismo constitucional, cuyo objetivo no es siempre ganarla, ya que muchos pensamos, que aunque se perdiera refuerza el posicionamiento ante las situaciones tan inquietantes que estamos viviendo, con una temperatura política demasiado alta, de involución democrática, quebrando el Estado de Derecho.
Si el PP dice que este país está gobernada por una “mafia”, que es una acusación muy grave a un gobierno “democrático”, la reacción debería de ser la presentación de una moción de censura. Hay que actuar de inmediato en política y en democracia. Esta denuncia exige un hecho institucional constitucional, presentando un líder, una alternativa y un programa. Si en sede parlamentaria no se obtiene la misma, al menos originará un debate y la evidencia de disolver las Cortes. De lo contrario, el país, mucha gente pensará que todo es mentira.
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