Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
El mes próximo son las elecciones regionales extremeñas, con lo que comienza un largo y complicado ciclo electoral. Entre unas y otras elecciones, además, se sucederán juicios por corrupción política que pueden tener incidencia en los resultados. Y, sin duda, lo que más influirá en estos serán las gestiones realizadas. Es indudable que los muertos de la dana en Valencia van a hacer perder la comunidad al PP. Era lo que quería evitar Aznar cuando le dijo a Mazón que no dimitiera porque “los muertos de la dana no se los va a comer el PP”. Y sí, se los va a comer, como corresponde en justicia. Como se comió los del ataque terrorista a los trenes –de los que el PP quiso culpar a ETA– perdiendo el poder.
En junio serán las elecciones andaluzas. También ahí se va a comer el PP su nefasta gestión de Sanidad y Dependencia. Si la indignación de la gente por los cribados para prevención del cáncer de mama, esa indignidad que ya lleva cobrados cuatro o cinco altos cargos en la Junta, si esa indignación manifestada el domingo pasado por la falta de personal y los incumplimientos de los acuerdos salariales con los sindicatos, si todo eso sigue adelante, también Moreno va a pagar electoralmente lo mal que está gestionando algo tan sensible socialmente como la sanidad pública y la atención a la dependencia.
Pero, entre tanto, habrá que ir observando cómo se desarrolla la ruptura entre PSOE y Junts. Es muy posible que si el Gobierno no puede sacar adelante ninguna iniciativa legislativa por falta de apoyos en el Congreso de los Diputados tenga que convocar elecciones generales. Ya estarán, seguramente, los asesores y estrategas sopesando cuál sería el momento y las circunstancias más idóneas según los cánones electorales americanos. Los americanos han desarrollado las modernas técnicas de márquetin, propaganda y publicidad, y todos los gobiernos occidentales, todos los partidos las aplican. Me da que las elecciones generales, en caso de que la ruptura de Junts se materialice en inanidad legislativa del Gobierno, podrían ser en marzo–abril, aunque serían más convenientes después de las andaluzas. No sé, no soy experto, solo aplico el sentido común, pero ya saben que a veces es el menos común de los sentidos.
Se avecinan cambios. El año 26 va a ser movidito políticamente. El ascenso de la extrema derecha es muy preocupante. La gente no está por los extremismos. Ya veremos.
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