Medio siglo
Equipo Alfredo
Público y privado: el cuarto oxímoron
Aveces cuesta ver las buenas noticias entre tanto ruido, pero ahí están. España avanza con una economía que resiste mejor que la mayoría de países europeos, que crece, que crea empleo y que demuestra que, incluso en tiempos muy complejos en el escenario internacional, es posible mejorar. Un país que representa el 40% del crecimiento de la zona euro, que tiene a casi 22 millones de personas ocupadas, es un país que funciona.
Este fuerte impulso de la economía y el empleo se siente con especial fuerza también en la provincia de Almería. Los últimos datos que hemos conocido estos días marcan un antes y un después. Por primera vez en la historia, Almería ha alcanzado la cifra de 340.546 personas afiliadas a la Seguridad Social. Nunca antes habíamos tenido a tantas personas trabajando en nuestra provincia en la que, además, más la mitad de los nuevos contratos son indefinidos, lo que supone más estabilidad para las familias.
En cualquier caso, hay algo que llevamos observando últimamente en estas cifras y que es especialmente valioso: el crecimiento del empleo llega por igual a hombres y mujeres. De hecho, desde 2018, Almería ha sumado más de 31.000 mujeres ocupadas y casi la misma cifra de hombres, algo que nunca ocurrió durante los anteriores gobiernos del Partido Popular.
Más allá de los datos, esto significa que la vieja brecha laboral que castigó a las mujeres durante décadas empieza, por fin, a cerrarse. Y no es menos importante que, como consecuencia de ello, las futuras pensiones de las almerienses serán más dignas y equitativas.
El paro también ofrece un balance muy positivo. Con 43.196 personas desempleadas, en el último mes hemos registrado los mejores números de un mes de noviembre desde 2007 y en un solo año hay 4.152 personas menos inscritas en las listas del paro.
Mientras algunos prefieren instalarse en el pesimismo o repetir que “todo va mal”, las cifras cuentan otra cosa en un país que ha ganado peso en Europa, gracias a su fortaleza económica, y en una provincia que progresa con equilibrio y constancia.
Hoy España crece y Almería sigue esa misma estela. No por casualidad, sino porque cuando se protege el empleo, se impulsa la estabilidad y se apuesta por la igualdad, el progreso llega a los hogares y mejora la vida de la gente. Y es justo reconocerlo.
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