Falsa medida de los alumnos

Rumiaba yo desde hace un tiempo si estaba mejorando a buen ritmo la calidad intelectual de nuestros estudiantes. Hace años, cuando andaba yo todavía en activo, había un cierto porcentaje de alumnos que obtenían la máxima calificación en el COU, que en aquellos tiempos, aunque hubieran obtenido sobresaliente en todas las asignaturas era de 9. Se trataba de un pequeño porcentaje comprensible desde el punto de vista estadístico. Veo ahora, sin embargo, que los alumnos que consiguen la calificación de “sobresaliente” han llegado incluso al 25% según informe del Ministerio de Educación. En principio deberíamos felicitarnos por los magníficos logros de nuestros estudiantes. Aunque, si le damos alguna validez a los informes PISA, se nos enfrían los ánimos. Aquellos informes ni ofrecían ni pronosticaban cosas muy buenas dados los niveles de rendimiento que mostraban en la ESO. No obstante, ahí están los resultados de los bachilleres actuales. Supongo que es algo que necesita una interpretación adecuada dado lo que se muestra a todas luces como una anomalía. Al parecer habría que rechazar esa elevación de la capacidad e interés de los alumnos dadas las consideraciones anteriores. ¿Qué puede decirnos la experiencia pasada? Se me ocurre una serie de hipótesis. Por ejemplo, hay una reducción considerable de los programas. Es una tendencia que se venía observando desde un tiempo a esta parte. ¿Es posible que al tener menos materia se obtengan mejores resultados? ¿Por qué no? ¿Puede tener algo que ver algún cambio metodológico no tanto en la docencia cuanto en la evaluación? Por ejemplo, la presencia permanente de los “exámenes para subir nota”, incluida su repetición hasta conseguir que los alumnos alcancen la máxima calificación, procedimiento del que incluso se jactan algunos proyectos educativos. Se trata de algo más que discutible desde el punto de vista educativo, pero no me extrañaría que tuviera bastante que ver con la explicación que estamos buscando. Finalmente, no quiero ni pensar en que se trata de una subida lineal de las notas sin más fundamento. Me gustaría poder disponer de alguna otra hipótesis más razonable que éstas, pero en su ausencia diría yo que le estamos haciendo un flaco favor a la educación y a nuestros jóvenes, entre otras cosas porque, como podemos decir parafraseando el título de la obra de S.J.Gould, estaríamos proporcionando una “falsa medida de los estudiantes”.