NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Un milagro por Navidad: salvemos al país
El pasado día 13 de noviembre falleció a los 93 años Antonio Fernández Díaz, Fosforito. Fosforito fue un cantaor que traspasó las fronteras del cante flamenco. Me explico. En el mundo del flamenco hay quienes cumplen con todos los requisitos para ser considerados buenos cantaores. Pero hay algunos que, a su cumplimiento con las reglas del cante, le añaden un estilo personal que atrae emociones, ajenas a un arte tan singular como es el flamenco. Se empieza escuchando a Fosforito y se acaba siendo un aficionado al flamenco. Es algo que nos pasó a muchos de mi generación. Recuerdo aquellos tiempos de estudiante en Granada cuando en la esquina de un bar de la calle Elvira habían colocado una máquina de discos. Sin tener idea de flamenco, Fosforito formaba parte de los preferidos a la hora de elegir una grabación, y después de introducir una moneda para escuchar “Los sonidos del silencio” de Simon&Garfunkes, o “Caminante no hay camino” de Serrat interpretando a Machado, podíamos introducir la siguiente moneda para escuchar a Fosforito cantando cualquier palo del flamenco cuya denominación desconocíamos. Fosforito nos llevó a los festivales cuando su nombre aparecía en el cartel y no podré olvidar la magia del cante de Fosforito acompañado a la guitarra de Juan Habichuela, en el Paseo de los Tristes a los pies de la Alhambra. Después vinieron los cantes de Fosforito en el disco de vinilo, donde cada palo aparecía con su nombre y el flamenco empezaba a convertirse en una de mis aficiones. Al hablar de Fosforito, no podemos olvidar la relación que tuvo con Almería, cuyas visitas eran frecuentes, a requerimiento de grupos de aficionados que, llegado el momento, decidieron crear una peña bautizada con su nombre. Y fue Fosforito quien propuso que la peña debería de llevar el nombre de El Taranto, un cante minero propio de nuestra tierra que ya había grabado en un disco donde aparece con el nombre de Tarantos de Almería. Su relación con Almería persiste y han sido frecuentes sus actuaciones en la peña El Taranto, donde los socios hemos podido disfrutar de la pureza del cante, enriquecido con el personal estilo de Fosforito. En 2023 fue su última visita a la peña donde se descubrió un cuadro con su imagen para que su memoria permanezca.
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