México (sin leyenda negra)

Carlos Manzo acababa de hablar a cámara, con su pequeño en brazos, paseando durante la Fiesta del Día de Difuntos, en su pueblo, Uruapan. Instantes después, tres sicarios lo mataron a tiros. Llevaba amenazado desde septiembre. Es algo habitual en el estado de Michoacán, incluso en todo México, cada vez más secuestrado por los narcos. Hasta 7 cárteles campan a sus anchas sin que nadie les ponga freno.

Pero hay más amenazas, sobre todo para las mujeres. México marca una de las cimas del feminicidio. En 2024 se registraron 797 muertes de mujeres; esto es, 9 al día. Por supuesto, otras agresiones son habituales. La misma presidenta ha sido abordada y manoseada en plena calle.

Esa violencia, tan estructural y persistente, tiene su principal caldo de cultivo en una población paupérrima. Según datos oficiales, el 29,6% de los mexicanos vive en situación de pobreza; traducido en cifras supone 46,8 millones de personas. Casi la población de toda España malvive desterrada de una vida digna. Salen adelante como pueden, aunque sea pegándole dos tiros a un alcalde que ni conocen. Cuatro millones de ellos son analfabetos mayores de 15 años, un 4,7%, a los que se sumarán la población escolar que se quedará por el camino formativo.

Mientras todas esas cosas, y otras similares, asolan a un gran país como México, Claudia Sheinbaum, su presidenta, está concentrada en el perdón español por la colonización. No es un empeño desconocido, desde luego. Cada cierto tiempo vuelve esa cantinela, sobre todo cuando los políticos de la América Hispana son incapaces de enfrentarse a sus grandes problemas. Entonces se agarran, desesperada, y paradójicamente, al salvavidas de la leyenda negra que inventaron los sajones, para encontrar en la colonización española el origen de todos sus males. Los que sí encaran su realidad tienen otras preocupaciones y otros talantes. Fidel Castro proclamaba sentirse orgulloso de ser cubano, un mestizo en el que convergían lo español, lo indio y lo africano.

En el caso concreto de Sheinbaum, además, ese discurso es tragicómico. Nieta de judíos emigrados a México, no parece que le concierna nada de lo que sucedió entonces. Tampoco parece haber profundizado en la historia de su país de adopción.

Debería saber que al llegar a México los españoles encontraron apoyo de tribus que ansiaban liberarse de los aztecas. Juan Miguel Zunzunegui, historiador y mexicano, no vacila en considerar que España es la razón de la existencia de México. Parece lo más coherente, aunque Albares no lo capte.