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El Premio Nobel de la Paz 2025 ha sido otorgado a María Corina Machado, figura clave en la oposición venezolana, por su firme defensa de los valores democráticos en un contexto de represión y deterioro institucional. Este reconocimiento internacional no solo destaca su trayectoria política, sino que pone en valor una forma de liderazgo basada en principios, coherencia y compromiso con el bien común. Machado ha sido durante más de dos décadas una voz incómoda para el poder, enfrentando persecuciones, inhabilitaciones y amenazas sin renunciar a sus convicciones. Su forma de hacer política se ha caracterizado por la integridad, la transparencia y la firme voluntad de construir una alternativa democrática desde la no violencia. En un país donde el miedo y la censura han sido herramientas de control, ella ha optado por la palabra, la organización ciudadana y la movilización pacífica.
El Comité Noruego del Nobel ha subrayado cuatro razones fundamentales para concederle el galardón. En primer lugar, su coraje frente a la represión, una actitud que ha mantenido incluso cuando su seguridad personal y su libertad han estado en juego. Machado ha demostrado que la valentía no consiste en desafiar con fuerza, sino en resistir con convicción. En segundo lugar, se reconoce su papel como garante de los principios democráticos. Ha denunciado sistemáticamente las irregularidades del sistema electoral venezolano, ha exigido condiciones justas para la participación política y ha defendido los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, sin distinción. El tercer aspecto destacado es su capacidad para articular consensos. En un entorno político fragmentado, ha logrado aglutinar a diversas fuerzas opositoras en torno a una estrategia común, basada en la exigencia de elecciones libres y en la construcción de un proyecto de país inclusivo y plural. Por último, el Comité ha valorado que Machado se ha convertido en un referente de esperanza para millones de venezolanos. Su liderazgo ha trascendido lo político para convertirse en un símbolo de dignidad, perseverancia y confianza en el futuro.
En tiempos de desesperanza, ha sabido mantener viva la expectativa de un cambio posible, legítimo y pacífico. Este Nobel no solo reconoce a una mujer excepcional, sino que lanza un mensaje claro: el liderazgo femenino, cuando se sustenta en principios sólidos y en una visión ética de la política, tiene la capacidad de transformar realidades complejas.
María Corina Machado representa una forma de hacer política que no se rinde ante el poder, que no negocia con la mentira y que apuesta por la construcción de sociedades más justas desde la coherencia y el respeto.
Desde el Foro Mujer y Sociedad, celebramos este galardón como un tributo a todas las mujeres que, desde distintos espacios, trabajan por la paz, la equidad y la defensa de los derechos humanos. Porque cuando una mujer lidera con principios, el mundo avanza hacia un horizonte más humano.
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