Pedro Sánchez y el poder

23 de septiembre 2025 - 03:09

Se quedaría descansando Alberto Núñez Feijoo cuando en el último pleno del congreso de los Diputados dijo a Pedro Sánchez que para permanecer en el gobierno estaría dispuesto a pastar con Netanyahu, si fuera necesario. La frase, tal como la dijo, era una expresión preparada, procedente del frutero del PP para atacar al presidente del Gobierno, a la que no hay que darle mayor importancia. Pero acusar a Pedro Sánchez por su interés de seguir en el Gobierno, es una constante en los discursos de la derecha que me parece una soberana estupidez. Está visto y comprobado que Pedro Sánchez aspiraba a ser presidente del Gobierno, y con esa intención se presentó a unas elecciones primarias para ser secretario general del PSOE, que ganó con el apoyo de la militancia de base, en contra de los barandas que, por entonces, dominaban el partido. A la vista de la deriva que han tomado las viejas glorias socialistas no parece que la militancia del PSOE estuviese desacertada. Dicho esto, con esa misma intención de alcanzar el poder, Pedro Sánchez se presentó a unas elecciones generales y habiendo quedado el PSOE en segundo lugar no tiró la toalla cuando vio la posibilidad de negociar con otros partidos. Consiguió el apoyo necesario para obtener una mayoría de votos parlamentarios, y fue elegido presidente del Gobierno de España, con absoluta legitimidad que, dicho sea de paso, fue cuestionada por una derecha fracasada que no admitía su derrota. Está muy claro que semejante trayectoria se lleva a cabo con la intención de ser la máxima autoridad de un estado, y una vez que se ha conquistado el poder, lo normal es actuar en consecuencia para mantenerse. Entre otras cuestiones, se han aprobado leyes que han mejorado la vida de los trabajadores, como la Ley de Reforma Laboral. Y tanto el salario mínimo como las pensiones, cuyas cantidades estaban estancadas, han experimentado con este gobierno un considerable incremento. Es una obviedad manifiesta que cada paso que da Pedro Sánchez y el gobierno que preside, se llevan a cabo para atraer voluntades que apuesten por su permanencia, y por su continuidad si se diera el caso de nuevas elecciones. Que eso sea motivo de crítica me parece, con todos mis respetos, de una simpleza bajo mínimos.

stats