19 de junio 2025 - 03:09

Se suele decir que los antiguos lo hicieron todo con cuerdas, palancas y Fe. Que las pirámides se levantaron a base de sudor de esclavo, geometría sagrada y mucha piedra cortada a mano. Pero ¿Y si no? ¿Y si los antiguos hubieran tenido acceso al hormigón? Ese material moderno, casi vulgar, que hoy usamos para todo: desde autopistas hasta parques temáticos. Piedra líquida, le dicen algunos con cierta poesía. Pero piedra al fin y al cabo.

Imaginemos por un momento que los egipcios hubieran descubierto cómo mezclar cal, ceniza y secretos hidráulicos. Que en lugar de arrastrar bloques de varias toneladas por el desierto, hubieran vertido su pirámide en encofrados de madera y cañas. Qué decepción para los alienígenas de Stargate, llegar en su nave piramidal, listos para ser adorados por una civilización tecnológicamente rudimentaria, y encontrarse con una obra civil perfectamente encofrada, con juntas de dilatación y acabados lisos. Imagina a Ra, el Dios-Faraón, haciendo la inspección final con casco de obra y planillo bajo el brazo. ¿Dónde quedaría el misterio? ¿La épica? ¿La música dramática de las conspiraciones de Cuarto Milenio? Todo arruinado por un amasado bien proporcionado y un vibrado a conciencia. Porque el hormigón no permite leyendas: o fragua, o no fragua. No admite interpretaciones esotéricas. Es tan terrenal como el tiempo que lo cuartea. Y sin embargo, qué fascinante pensar que quizás las pirámides serían hoy incluso más lisas, altas y perfectas. O más aburridas. Porque el hormigón, con toda su versatilidad, no pesa igual en la imaginación. No inspira relatos de esclavos bajo el sol ni planos imposibles alineados con Orión. Inspira, como mucho, normativa técnica y brutalismo posmoderno.

Y aun así, da vértigo imaginar lo que habrían sido capaces de hacer con unas plantas bien acotadas y un par de hormigoneras. La Gran Pirámide con alzados en CAD. Abu Simbel con hormigón postensado. La Esfinge fundida en una sola pieza, sin nariz… pero con junta constructiva. Quizás hasta los jeroglíficos habrían sido prefabricados y anclados a fachada. ¡El mito fundacional del Antiguo Egipto convertido en una promoción llave en mano!

La grandeza de los antiguos no estaba solo en lo que hacían, sino en cómo lo hacían. Su eternidad se construía, piedra a piedra, con una paciencia que hoy sería considerada ineficiente. Doblegaron la roca con manos y cincel sin saber que algún día, con algo de magia, agua y química, todo sería mucho más fácil.

stats