El ‘toca-culos’

La fiscalía pide 27 años fuera de España a un hombre que se dedicaba, montado en su patinete eléctrico, a tocarle los glúteos a las señoras. Y las elegía bien, el borde. No crean ustedes que era a la primera que pasaba por su lado, no. El “toca-culos” de señoras en cuestión, buscaba a aquellas mujeres que llevaban un cochecito con un crío dentro, por lo que la señora no se podía defender ante aquella mano que sobaba su hermoso y joven “pompi”. No era cuestión de, como ustedes pueden imaginar, soltar el carrito y echar a correr detrás de aquella mano que le había amasado el trasero con libidinosa intención.

Lo hacía en el centro de la ciudad, con total descaro y durante algún tiempo con impunidad. No estamos hablando de barrios marginales, no se trata de esos donde la policía no se atreve a entrar, a los taxistas se les atraca y a los autobuses se les lanzan piedras, sin que nadie mueva una mano para poner paz, orden y algo de tranquilidad entre el vecindario. A veces parece que a nuestras autoridades locales, regionales o nacionales no les importa demasiado la vida y milagro de los ciudadanos cada vez que salen de sus casas, en un intento de disfrutar de la ciudad y del buen clima que tenemos, dando un paseo por las calles del barrio sujetando el cochecito del niño o de la niña.

Imagino que a ustedes les preocupa, como me ha ocurrido al leer la noticia, la llegada de pateras a nuestras costas, la poca vigilancia sobre las mismas, así como la nula investigación sobre las personas que entran ilegalmente en España sin la menor preocupación por parte de las autoridades. ¿Quién nos garantiza, señores de la fiscalía, que este caballero, si es expulsado de nuestro país durante veintisiete años, no va a entrar en unos días, semanas o meses por cualquiera de nuestras playas, le demos el pasaporte de “mena”, lo alojemos en un hotel de cuatro estrellas y las chicas y chicos de la Cruz Roja lo entretengan?

Con el gobierno que tenemos en estos momentos, con el ministro al que le cambian las compras de balas y no dimite, le obligan a rectificar sanciones dentro de la Benemérita y tampoco, anda echando a la GC de Navarra y otros puntos del norte, con esa cara de aburrimiento que tiene, y con la falta la dignidad para decirle al presidente que se quede con el ministerio en el que se siente ninguneado, no veo seguridad alguna para que ese toca-culos de señora no vuelva en unos días y lo volvamos a ver, patinete en ristre, sobando esa parte señorial donde la espalda pierde su bonito nombre.