Vísteme despacio que tengo prisa

Dejando al margen los casos en que la Justicia se toma unos tiempos desmedidos para dictar sus resoluciones y, que los profanos en la materia no entendemos, habitualmente entiendo que la Justicia se tome su tiempo para dar y quitar razones, es decir, para dictar sus resoluciones.

De hecho acepto más y, de mejor grado, cuando son temas penales que cuando lo son civiles, aunque la zozobra que vive el encausado hasta que el Tribunal competente dicta sentencia, tiene su guasa. Sencillamente aplico dos dichos, el primero da título a este escrito, y el segundo es: “lo urgente, puede esperar y lo importante debe esperar”.

Digo lo anterior porque he leído en El Debate que recientemente se ha sabido que la Audiencia de Sevilla ha condenado al ex director general de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), Fernando Villén, por la contratación fraudulenta del exalcalde socialista de Lebrija, Antonio Torres. Se trata de la primera condena por enchufismo en la Faffe. La sentencia, dictada este pasado 29 de abril, concluye que el exalcalde de Lebrija, tras perder el bastón demando en 2003, fue contratado en la entidad pública «por su sola voluntad, amistad y afinidad política» conVillén, lo que le permitió cobrar 359.973,51 euros –que ahora deben devolver– durante una casi década como director de Relaciones Externas, cargo creado ad hoc, pese a que «no acudía a la sede de la fundación ni desempeñaba trabajo alguno».

El tribunal califica la contratación de Torres como«injusta y arbitraria», al haberse realizado«prescindiendo de los procedimientos de contratacióna los que la Faffe debía ajustarse, sin concurrencia alguna de otros posibles candidatos al puesto».

Este caso representa la primera condena judicial por enchufismo en la Faffe, pero no es un hecho aislado. La investigación en curso aborda «la posible injustificada[…] contratación de, al menos, 84 personas» vinculadas al PSOE andaluz, que habría sido realizada «con omisión de los principios de publicidad y libre concurrencia, sin procedimiento ni convocatoria de ningún tipo ni observancia de los principios de mérito y capacidad», según el reciente auto de imputación de 21 personas por los enchufes. Por último justifico mi copia reconocida en el hecho de la claridad con que está expuesto el tema en su original, así como en el hecho de que cuando un escrito es bueno, lo mejor es no tocarlo.