La tribuna

Operación “salvar al cerdito Porky”

Operación “salvar al cerdito Porky”
D.A.

La Unidad Militar de Emergencias (UME), como las Fuerzas Armadas en su conjunto, de la que forma parte, “sirve igual para un roto que para un descosido” puesto que resulta muy útil por sus capacidades para llevar a cabo funciones muy diversas. Tal es así que incluso para hacer frente en la provincia de Barcelona al brote de peste porcina, se le ha requerido, encontrándose desplegada en la zona afectada un contingente de unos 150 efectivos desplazados desde sus bases en Torrejón de Ardoz y Zaragoza. Desconozco qué nombre se le habrá puesto a esta nueva operación de la UME, y aunque por las redes sociales circula humorísticamente el nombre de “operación cochinillo”, pero bien podría llamarse “salvar al cerdito Porky” en honor al personaje de dibujos animados de la Warner Bros, ya que es de esperar que eliminando el brote de peste porcina entre la población de jabalíes se habrá solucionado el problema, salvando con ello a las explotaciones de cerdo existentes en las inmediaciones.

El Gobierno catalán, contrario al empleo de las Fuerzas Armadas en su ámbito territorial hasta la llegada de los socialistas, en esta ocasión sí ha requerido a la UME, aun contando con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación para hacer frente a este tipo de incidencias, con el apoyo del Cuerpo de Agentes Rurales y del resto de capacidades autonómica, y por encima al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a nivel nacional, con los equipos del SEPRONA de la Guardia Civil y otros medios estatales. Pero ya sabemos que las Fuerzas Armadas están disponibles las 24 horas del día los 365 días del año para intervenir en un amplio espectro de misiones que pueden ir desde una operación de combate (su finalidad fundamental, no lo olvidemos) hasta “cazar” jabalíes para salvar los tres mil millones de euros en exportaciones de la industria catalana del cerdo.

Es evidente que esta emergencia alimentaria nada tiene que ver con la emergencia meteorológica que provocó la DANA en las Comunidades de Andalucía (1 muerto), Castilla la Mancha (7 muertos) y Valencia (230 muertos), y menos aún en la respuesta, puesto que mientras ahora con la peste porcina la estructura de mando ha funcionado perfectamente, en la DANA falló estrepitosamente, tanto a nivel autonómico como nacional, estando inmersos en estos meses en el debate mediático de la responsabilidad del ya expresidente autonómico valenciano, qué comió y lo que hizo minuto a minuto durante la fatídica tarde del 29 de octubre de 2024, antes de llegar al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), ¡como si para tomar decisiones ante una situación de urgencia hubiera que esperar al Jefe!. Ya me dirán ustedes si en combate, una pequeña unidad de Infantería es atacada por sorpresa ¿va a esperar su jefe a las órdenes de su superior?, es decir, ¿va a esperar que le digan lo que tiene que hacer? ¿Y en el CECOPI no sabían lo que estaba ocurriendo? Si en Paiporta la planta baja del puesto de la Guardia Civil quedó inundada y en su aparcamiento subterráneo desaparecieron en los primeros momentos un Guardia Civil y la esposa del Teniente, me resulta extraño que los Guardias Civiles que consiguieron salvarse subiendo a la segunda planta no intentaran comunicar por su red interna la situación, y en el caso de que no hubieran podido, el mando superior algo habría sospechado al perderse el contacto con el puesto; y esta incidencia debió haberle llegado a la Delegada del Gobierno de España, por lo que en los primeros momentos esta debía tener conocimiento de la situación en los puestos de la Guardia Civil, además de la información de las unidades de tráfico de la Guardia Civil.

Con un batallón de la UME en Bétera (Valencia), a escasos kilómetros de la zona más afectada por la DANA, aun ante la gravedad de la situación y ya sabiendo que el número de muertos aumentaba rápidamente, se siguió el protocolo a rajatabla, con un nivel de mando nacional pasivo, esperando al desastre autonómico. Pero ya sabemos el resultado: los 230 muertos en Valencia fue consecuencia de que el presidente autonómico estaba comiendo; y mientras, las estructuras de mando autonómica y nacional esperando al final de las “copas de sobremesa”. ¿No saben lo que es la sucesión de mando?

238 muertos con la DANA y la UME esperando órdenes, y ahora, salvando al “cerdito Porky”, o lo que es lo mismo, 3 mil millones de euros en exportaciones en Cataluña.

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