Coronavirus Almería

Cristóbal García: “Aquí el virus llegó temprano porque vino alguien de Madrid y la lio parda”

  • Es el cuarto pueblo con más extranjeros de España pero el alcalde señala que el idioma no ha sido un problema para gestionar la crisis sanitaria

  • Más del 60% de sus paisanos son de alto riesgo “porque tienen más años de la cuenta”

Cristóbal García, alcalde de Arboleas.

Cristóbal García, alcalde de Arboleas. / (Arboleas)

Arboleas es un pueblo atípico. Es el cuarto de España en porcentaje de población extranjera con un 66,7%. La barrera idiomática, según su regidor Cristóbal García, no ha sido un problema porque destaca que su grado de civismo y sentido común es muy alto. A todo ello se suma, según el primer edil, "la solidaridad y generosidad de mis vecinos durante esta crisis sanitaria". 

-¿Cómo están viviendo esta crisis sanitaria en Arboleas?

–Nos estamos acostumbrando a este fenómeno que nos ha cogido a todos por sorpresa. Yo no diría que con miedo pero sí con responsabilidad. Siempre muy atentos a cualquier petición que nos realizan los vecinos por falta de asistencia, enfermedad, temas de asuntos sociales, etc. Cuando ha habido casos de coronavirus, que en el municipio ha habido varios casos, pues hemos tenido que atender a las familias y entregarles kit de protección y preocuparnos por saber cómo van a recibir alimentos y ver quién les cuida sus animales o sus cosechas. Hemos estado trabajando duro con toda la problemática colateral que conlleva esta crisis. Y luego, en un estado de alerta permanente.

–Les ha tocado a los alcaldes como usted volver a aprender a gestionar un municipio.

–Sin duda. Pero en estos momentos con dificultades importantes es cuando hay que enfriar un poco la cabeza y actuar con mucho sentido común. El miedo a lo desconocido no lo he tenido pero sí la sensación de tener mucha responsabilidad para evitar cosas que no se deben de hacer y las que se hacen cómo hacerlas de la mejor manera posible. Pero sí que es cierto que nos estamos mentalizando de que algo está cambiando para mucho tiempo.

–¿Están sus vecinos cumpliendo escrupulosamente el confinamiento?

–En Enix, y en Almería en general, creo que hemos dado la talla. La mayoría de la gente no ha salido de sus casas, a pesar de estar confinados en un pueblo donde la calle forma parte casi de tu propia vivienda. Las salidas han sido a la tienda del pueblo, la farmacia o el médico, y no de forma inconsciente por alternar los unos con los otros. Los propios negocios de hostelería decidieron cerrar sus puertas el mismo fin de semana del 14 de marzo, para no dar lugar a posibles contagios dentro del municipio.E incluso ahora que tenemos libertad de movimiento dentro del municipio por tener menos de 5.000 habitantes, hemos visto como los vecinos mantienen la distancia, y han sido muy responsables con la salud de todos.

-En Arboleas tienen la peculiaridad que gran parte de la población es extranjera. ¿Ha sido un problema la barrera idiomática para combatir al virus?

–No porque digamos que ya todo el mundo traduce y tenemos a la Policía Local que tiene el teléfono activado 24 horas al día y hablan inglés perfectamente. Además, hemos contado con un variable a nuestro favor y es que esta gente, la mayoría centroeuropeos, tienen un nivel de civismo y de sentido común muy desarrollado. Son menos alarmistas que nosotros y cuando se dice que no te muevas, no se mueven. En ese sentido, hemos jugado con esa baza a favor.

–El riesgo de contagio en su municipio estaba marcado por el envejecimiento de su población.

-Así es. Lo primero que hicimos nada más decretarse la pandemia fue un diagnóstico de nuestra población y descubrimos que tenemos más de un 60% de vecinos que era de alto riesgo porque tienen más años de la cuenta. Y si el virus entraba por aquí podía hacer estragos. Esa fue una de nuestras mayores de preocupaciones y por eso ante cualquier sospecha de contagio llamábamos a las familias para ver qué tenían y si estaban bien pero que se aislaran. Hemos tenido que trabajar con mucha velocidad. Muchos vecinos me llamaban diciéndome que no se encontraban bien y que estaban tomando paracetamol y me preguntan si salían a la calle para ir al médico o se quedaban en casa confinados. Y en ese tipo de situaciones hemos tenido que ayudar a muchos vecinos llevándoles medicamentos. En general, la gente ha demostrado que tiene un gran corazón y hemos visto la cara amable de nuestros vecinos.

–Quizás esa corriente de altruismo y de solidaridad sean de las pocas cosas positivas de esta pandemia…

-La verdad es que sí. Aquí el virus llegó temprano porque vino alguien de Madrid y la lio parda. De ahí salieron muchos contagios y nos encontramos de primeras con el dichoso problema de la escasez de mascarillas y con casi 5000 personas era una situación compleja. Pues bien, pedimos ayuda a varias vecinas modistas y se juntaron 29 mujeres y les proporcionamos el material tanto nuestro como por donaciones y se pusieron a hacer mascarillas y en poco tiempo tenían casi 4.000 cosidas. Esto ha sido una cosa estupenda. Luego pedimos voluntarios para repartir alimentos y tuvimos decenas de peticiones. Hay muchos gestos de generosidad y eso nos ha llenado de satisfacción. Cuando hay circunstancias adversas como esta la gente ha respondido y la verdad es que es de agradecer.

–¿Cómo ha afectado económica esta crisis sanitaria a Arboleas?

–El análisis que hemos hecho desde el Ayuntamiento es que el sector de la restauración y hostelería se están llevando un palo muy gordo. Por eso hace semanas hablamos con restaurantes y bares para que se preparasen en el tema de pedidos a domicilio y a algunos les ha ido muy bien y confiamos en que muy pronto se vuelva a la normalidad y puedan abrir los negocios sin restricciones con el tema de las terrazas. Somos conscientes de su problema y por eso le vamos a conceder espacio de la vía pública para que puedan ampliar sus terrazas.

“Los centroeuropeos tienen un nivel de civismo y de sentido común muy desarrollado”

–¿Cómo está funcionando el polígono industrial?

–Está funcionando bien. Allí hay casi 400 empleos directos pero ahora la mayoría de empresas están paradas pero contamos con empresas de transportes y eso está a pleno rendimiento por lo que se ha compensado un poco. Poco a poco van reabriendo las empresas y luego también es importante reseñar que contamos con dos grandes empresas agroalimentarias que dan trabajo también a 400 personas y no han parado. También más de la mitad de nuestra población es pensionista y ellos no han notado la crisis porque siguen percibiendo su pensión y siguen consumiendo.

–¿Cómo se stá gestionando el ayuntamiento? ¿ha apostado por el teletrabajo?

–En ningún momento hemos cerrado el ayuntamiento. Hemos planificado desde el minuto 1 los horarios de trabajo. El personal ha ido trabajando de forma alterna y Policía Municipal y yo hemos estado todos los días, mañana y tarde, en el Ayuntamiento. He estado en primera línea trabajando porque no he sentido el cansancio ya que era una sensación que me generaba muchas expectativas y he tenido la tensión un poco alta.

-Y cuando todo esto pase, ¿cree que en un pueblo como el suyo será todo como antes?

–Es una interrogante muy importante. El virus no se ha ido y posiblemente vuelva a aparecer cuando el tiempo le sea más favorable. Eso va a provocar que la manera de gestionar y hacer las cosas va a cambiar así como las formas de relacionarnos. Todos los establecimientos de pública concurrencia, como no se adapten muy rápido y la gente pierda el miedo, van a tener un futuro muy similar a lo que estamos conociendo ahora.

-Le veo poco optimista.

–No. Por supuesto que hay que ser optimista. Todos estamos capacitados para adaptarnos a las circunstancias aunque cueste un poco y lo vamos a conseguir. Y si de verdad somos conscientes de lo que ha pasado y de lo que puede pasar, el éxito nos lo vamos a encontrar con otros procedimientos o de otra manera.

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