–¿Cómo surgió el proyecto para convertir un apartahotel en un hotel de 4 estrellas?

–Adquirimos el Puerto Marina en 2018 y siempre con la idea de convertirlo en un hotel de cuatro estrellas de la línea Playa. Una vez que lo adquirimos empezamos a operar como estaba y luego se trabajó en el proyecto para hacer las obras y remodelarlo. Pero entonces vino la pandemia y nos pilló en medio de la obra. Hubo que parar un tiempo y se retomó a finales de 2021, en noviembre, y hace unas semanas pudimos al fin abrir.

–¿Desde cuándo está en funcionamiento en Mojacar Playas Aquapark Hotel?

–Abrimos el viernes 29 de mayo.

–Un hotel genera riqueza en la zona. ¿Cuántas personas trabajan en él?

–De forma directa hemos creado unos cien puestos de trabajo. A eso hay que sumar muchos otros de forma indirecta.

–¿Para qué tipo de turismo es este nuevo hotel?

–Buscamos un turismo familiar, con niños. Está muy orientado a eso, con el parque acuático, la zona splash y las actividades de animación. Son los pilares de nuestra oferta, como otros hoteles que tenemos en toda Andalucía dentro de la línea Playa. Pero el de Mojácar es más moderno, con algunos elementos nuevos que no tiene ninguno de los otros hoteles, como es una pizzería que estará abierta casi todo el día, y que por la noche se convierte en restaurante italiano a la carta.

–¿Y qué previsiones tienen para este primer verano?

–En Mojácar esperamos que siga la misma línea que en los demás hoteles de la cadena. Julio y agosto tendrá muy buena ocupación. El perfil son clientes británicos y nacionales. Para temporada alta las previsiones son muy buenas, estamos muy satisfechos. Luego habrá que ver cómo viene septiembre y octubre, y si somos capaces de destacionalizar y alargar la temporada.

–¿La previsión es la misma en el resto de destinos?

– Las reservas para junio están a medio gas todavía, con picos en algunos hoteles en fines de semana concretos. A partir de San Juan ya tendremos buenas ocupaciones y sobre todo en julio y agosto, aunque después hay mucha incertidumbre.

–¿Si va como el verano pasado no es mala señal no? Fue un verano muy bueno.

– Julio y agosto fue relativamente bien pero el primer semestre se perdió entero por la pandemia. Y a partir de octubre, con ómicron, todo volvió a caer. A nivel de resultados, quedamos en un punto muerto, sin ganancias pero tampoco pérdidas, que era el objetivo viendo de dónde veníamos.

–¿La subida generalizada de precios puede perjudicar la temporada?

– Los precios con los turoperadores se negocian un año antes. En eso no hay mucho margen de subida. El incremento de precios en la luz y la comida nos recortará los beneficios.