Adra, más cerca de tener su 'escudo anti-riadas' para los próximos 500 años

La Dirección General del Agua, que pertenece al Ministerio de Transición Ecológica, formalizaba este domingo la adjudicación de las obras para evitar inundaciones en el cauce del Río Adra, que discurre por esta ciudad milenaria. El Gobierno iniciaba el proceso para la contrata a finales del pasado verano y se ha tardado un año en completar cada uno de los trámites burocráticos necesarios para cerrar la licitación de un proyecto en el que el ejecutivo central tiene previsto invertir tres millones de euros. Cuando estén listas, permitirán al municipio que dirige Manuel Cortés tener un 'escudo' contra las arremetidas del agua para los próximos cinco siglos.

Según el pliego de condiciones, al que ha tenido acceso Diario de Almería, el discurrir del río es un "área de riesgo potencial significativo de inundación" y esto implica que sea necesario elevar la rasante de la carretera AL-6300, mejorar las conexiones existentes, mejorar el trazado en planta, hacer un drenaje transversal a la vía de circulación para garantizar el retorno del flujo del caudal, o reperfilar el talud contiguo, entre otras medidas necesarias.

Esta inversión del ejecutivo que preside Pedro Sánchez llega en paralelo a los 406.468,77 euros que ha destinado la Junta de Andalucía y que han buscado, de igual manera, proteger a los vecinos de las zonas colindantes de los efectos de las lluvias torrenciales. Este junio está previsto que concluyan los trabajos, que han incluido el saneamiento ambiental del cauce, la eliminación de cañaverales y especies invasoras, la mejora de la morfología fluvial y la restauración hidrológica, así como la naturalización con especies autóctonas que se ha realizado en las zonas más degradadas.

Dieciocho meses para realizar las obras

Una vez formalizada la adjudicación a la empresa EIFFAGE INFRAESTRUCTURAS, S.A, la contrata tendrá dieciocho meses para ejecutar este proyecto. Ese es el tiempo que marca el Ministerio para realizar las obras recogidas en la licitación. La intención del ejecutivo central es acabar con el temor de los vecinos a que vuelva a ocurrir otra desgracia como la que ocurrió en 1973, cuando la fuerte tromba de agua desbordó el río y provocó, además de 150 muertos en el litoral de Almería, Murcia y Alicante, numerosos daños materiales en la ciudad milenaria.