Bacares se 'repuebla' con nuevas familias que aman el otoño
Turismo rural
Son 40 vecinos, de paja, tela y cartón, los que invitan a los visitantes a pasear y a descubrir todos los rincones del pueblo
Una excursión entre Bacares y Sierro, segundo destino de ‘Deporte y Naturaleza’ de Vícar
Como agua de mayo llevaban los vecinos de Bacares esperando la época del otoño. Es, quitando los meses del verano, el momento en el que el pueblo tiene la mayor población de todo el año y eso se agradece. Sobre todo la tienda de Loli, el bar Los Arcos, el Hotel Restaurante Las Fuentes, Rural Ecofilabres y el Kiosco Miel de Bacares de Isa que dan servicio a los lugareños y a los turistas que llegan cada fin de semana en busca de nuevas aventuras.
Los bacareños celebran la llegada de las nuevas familias espantapájaros que han llegado para repoblar el pueblo y señalan que “ahora las calles ya no están solas. Además de gatos, también te encuentras a gente que, aunque no hablen mucho, sí hacen mucha compañía. Porque nosotros los vemos como si fueran personas de verdad. Para eso tienen cada uno su nombre y su historia. Son agradables, repueblan la localidad y su simpatía atrae a muchas familias con niños que dan vida y alegría a nuestro municipio cada fin de semana”.
El año pasado eran 27 y este otoño las familias de espantapájaros han crecido. Son diez más los que se han instalado en la pequeña villa para decorar rincones, plazas, calles, la puerta del colegio y del consultorio médico, las entradas de los distintos establecimientos hosteleros y gastronómicos e incluso de la farmacia. Invitan a sentarse con ellos para fotografiarse e incluso charlar sobre los frutos típicos de esta temporada que también exhiben en atractivos y suculentos bodegones. Frutos que enseñan con gracia y elegancia en espuertas hechas a mano con esparto, como membrillos, castañas, nueces, almendras, selvas, madroños..., y cómo no, preciosas y variopintas calabazas con las que en estos días se cocinan suculentas recetas con productos locales.
Un año más esta original forma que tienen los bacareños de decorar sus calles para dar la bienvenida al otoño, a iniciativa del Ayuntamiento y gracias al trabajo desarrollado por los vecinos, los niños del colegio y por la Asociación de Mujeres Progresistas de la localidad, se ha convertido en un auténtico reclamo turístico.
Cada vecino ha contribuido con la elaboración de alguno de los personajes protagonistas de esta bonita historia de otoño y, sobre todo, han sido las mujeres las que han aportado el mayor trabajo a esta causa que ya el año pasado y el anterior tuvo un éxito asombroso. Ellas también han sido las encargadas de poner nombre a cada nuevo bacareño de paja, tela y cartón, de ubicarlo en un rincón determinado y de inventar la historia de vida de cada uno de ellos.
El Ayuntamiento ha editado una guía en la que se recogen sus nombres y sus ubicaciones, además de una breve explicación de la iniciativa y de los encantos del municipio que no pueden dejar de visitarse, como el castillo que se erige en mitad del pueblo y este año está habitado por los reyes nazaríes, el Santuario del Santo Cristo del Bosque, la ermita, el cerro de Nímas (más conocido como Tetica), Calar Alto o las rutas senderistas de agua o del barrancón.
Los bacareños invitan a pasear por las calles de su pueblo y a descubrir la magia que hay en cada rincón, la historia de cada espantapájaros y los frutos que da la tierra en esta época del año... ¿Vas a dejar que te lo cuenten o prefieres descubrirlo tú mismo? Aún tienes tiempo, estarán hasta diciembre.
También te puede interesar
Lo último