Desembarca una patera en la playa nudista de Vera repleta de gente

Levante

La Guardia Civil ya ha detenido a todos los migrantes tras ser asistidos por los propios bañistas con agua y comida

Narcolanchas, petacas y nudistas en la costa de Vera

Una patera desembarca en una playa de Vera abarrotada en pleno agosto / Víctor Visiedo

La costa de Almería se ha convertido en las últimas semanas en el objetivo de las mafias del tráfico de seres humanos. Si hace escasos días, el pasado martes 19 de agosto, se producía un desembarco masivo de migrantes en la costa de Villaricos, en la zona de Cala Mochuela en el municipio de Cuevas del Almanzora, con 80 personas a bordo en al menos tres pateras, este domingo se ha producido una similar en Vera.

Tal y como ha podido saber Diario de Almería de testigos directos, sobre las 12:30 horas una patera de grandes dimensiones llegaba a El Playazo de Vera, concretamente en el espigón que hay ubicado a la izquierda del hotel nudista, con al menos cuarenta migrantes. Según han contado varios bañistas a este periódico, la patera ha desembarcado a todos ellos a unos diez metros de la orilla y luego ha huido a "gran velocidad" con dos o tres tripulantes.

En ese momento la playa estaba abarrotada de gente que no ha dudado en asistir a los migrantes ofreciéndoles agua y comida mientras esperaban la llegada de efectivos de la Guardia Civil que ha transportado a todos los migrantes a dependencias policiales. La procedencia de los inmigrantes y si entre ellos hay mujeres o menores es por el momento desconocida.

En el caso de Villaricos la Guardia Civil solo consiguió interceptar a 60 personas, entre las que se encontraban tres menores. Otros veinte individuos lograron huir y se internaron en la zona. Algunos de ellos fueron vistos caminando por la carretera, lo que desencadenó un operativo de búsqueda por parte de las fuerzas de seguridad.

Modus operandi

Cruzan el mar de Alborán en cuestión de horas, se acercan a la costa y descargan el pasaje en dos minutos, a veces de manera brusca y violenta, para internarse de nuevo en alta mar. Graban con el móvil el desembarco y envían los vídeos a los cabecillas para que se certifique que han entregado el “paquete” en Almería.

Llegan más pateras que nunca, pero se interceptan menos porque las mafias han mejorado medios y estrategias y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen un grave déficit de recursos. Las redes criminales tienen un presupuesto ilimitado porque el negocio de la desesperación de las personas es muy rentable. En cada trayecto de una planeadora viajan entre 40 y 50 inmigrantes o en torno a 3.500 kilos de hachís. Los pilotos, encapuchados porque empiezan a entrar las mafias españolas, llegan a embolsarse hasta 50.000 euros por trayecto, 35.000 por controlar el GPS.

Interceptada una patera

A esto hay que sumar que Salvamento Marítimo ha rescatado este domingo a siete varones de origen magrebí que viajaban en una embarcación neumática localizada a unos 52 kilómetros de Cabo de Gata. Según fuentes de Salvamento, el aviso lo ha dado sobre las 4:30 horas el buque mercante STEN Pontos, que navegaba por la zona y ha detectado la presencia de la patera junto a su costado.

El centro de coordinación de Almería ha movilizado a la embarcación Salvamar Spica, que ha llegado al lugar sobre las 6:45 horas, tras escoltar el mercante a la neumática hasta el encuentro con los rescatadores. Los siete migrantes han sido trasladados hasta el puerto de Almería, donde han desembarcado para ser atendidos conforme al protocolo establecido.

Punto de avituallamiento

El litoral de la provincia se ha convertido en un punto estratégico para el avituallamiento y fondeo de las narcolanchas y durante las últimas semanas la actividad de las mafias se ha extendido más allá del mar de plástico y los límites del parque natural. La playa nudista de Vera, en las inmediaciones de la Charca del Gato y Natura World, amaneció ayer con una planeadora de dos motores y casi medio centenar de petacas de 25 litros cargadas de combustible.

Un desembarco frustrado por avería o presión policial ha dejado encallada en la orilla una semirrígida de alta velocidad, del tipo ‘go fast’, que sorprendía a los bañistas antes de ser retiradas por la empresa concesionaria del servicio. Era una estampa captada por los vecinos, muy poco habitual en la zona oriental del levante almeriense, con la planeadora sobre la arena, con las garrafas llenas de gasolina y los nudistas autóctonos y de cualquier parte del mundo disfrutando del mar mediterráneo como hacen cada día. Los avistamientos de narcolanchas en sus desplazamientos son ya comunes -hay cientos de vídeos virales en las redes sociales- a lo largo de los más de 200 kilómetros de litoral almeriense, pero no tanto, al menos en esta zona, el hallazgo de embarcaciones abandonadas a su suerte junto a la orilla. La cruzada de la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera contra la actividad marítima de los narcos es permanente, pero no es nada fácil interceptar una embarcación de tres y cuatro motores de 300 caballos y 14 metros de eslora que vuelan a 60 nudos.

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