Historia

El ejercito nazarí de Vera que luchó en la batalla de Los Alporchones

  • El 17 de marzo de 1452 se enfrentaron en cerca de Lorca un ejército moro dirigido por el alcaide de Bayra y las tropas cristianas de Lorca

Óleo de Miguel Muñoz de Córdoba, ‘Batalla de Los Alporchones’, ubicado en la Sala de Cabildos del Ayuntamiento de Lorca.

Óleo de Miguel Muñoz de Córdoba, ‘Batalla de Los Alporchones’, ubicado en la Sala de Cabildos del Ayuntamiento de Lorca. / Diario de Almería

Uno de los hechos históricos más importantes del pasado medieval de Vera, y donde una vez más se demuestra la gran importancia que tenía la ciudad de Bayra, cuando se situaba en el Cerro del Espíritu Santo, dentro del Reino Nazarí de Granada como ciudad fortaleza y fronteriza con el reino cristiano de Murcia.

Un 17 de marzo, pero de hace 569 años, en 1452, tuvo lugar la mayor batalla medieval, dentro del contexto de la Reconquista, que se conoce en nuestras tierras. Se trata de la Batalla de los Alporchones, donde se enfrentaron por el bando moro un ejército dirigido por el que fue Alcaide de la ciudad de Bayra (antigua Vera), Malique Alabez, y por el bando cristiano, las tropas dirigidas por el Alcaide del Castillo de Lorca, Alonso Fajardo “El bravo”.

A mediados del siglo XV, la situación en la frontera entre el Reino Nazarí de Granada de Muhammad X, y el reino cristiano de Murcia era muy inestable, existiendo incursiones por parte de los nazaríes en varias poblaciones murcianas, aprovechando la inestabilidad política existente en el reino cristiano. Por esta razón Juan II, solicitó una tregua con Granada en 1450, la cual duró muy poco, retomando las incursiones musulmanas un año después.

Desde comienzos del año 1451 ya existía la alarma de una futura cabalgada de grandes dimensiones en territorio murciano, motivo por el cual Alonso Fajardo, como alcaide de Lorca y Capitán general de guerra, acaba solicitando la ayuda militar del Concejo de Murcia, del Adelantado y del Obispo, concordia entre cristianos que fue firmada en diciembre de 1451.

En esta algara musulmana fueron a participar linajes nobiliarios nazaríes, como abencerrajes y zegríes, y los caídes o alcaides de numerosas ciudades como Guadix, Almería, Vera, Baza y Huéscar. Se reunieron las huestes granadinas en Vera (Bayra) en marzo de 1452 (siendo testigo de otro momento histórico, de nuevo, el Cerro del Espíritu Santo), llegando a tierras murcianas al pasar por la fuente del Pulpí y atravesar el puerto de Los Peines. En este ataque se tomaron presas 40 personas y se apoderaron de 40.000 cabezas de ganado.

El alcaide de Lorca formó un ejército con tropas procedentes de Aledo, Caravaca de la Cruz y Murcia, sumando en total 300 caballeros y unos 2000 infantes. El ejército de Fajardo aguardó cerca de Lorca, en el campo conocido como de Los Alporchones, sabiendo que las tropas nazaríes encabezadas el alcaide de Vera iban a pasar por allí en su regreso a la ciudad de Bayra de donde partieron.

Escudo de la Asociación de Moros y Cristianos de Vera. Escudo de la Asociación de Moros y Cristianos de Vera.

Escudo de la Asociación de Moros y Cristianos de Vera. / Diario de Almería

El 17 de marzo de 1452 llegaron por fin los moros y se entabló el combate. El ataque castellano por sorpresa les otorgó la ventaja inicial, si bien el caudillo Alabez, destacó por su valor y rehízo por dos veces sus líneas. Las crónicas cuentan que “El Bravo”, dándose cuenta de que la batalla podía decidirse en un duelo singular con el capitán enemigo, Alabez, luchó contra él hasta que consiguió derribarle de su corcel y tomarlo prisionero.

Según narra Cánovas Cobeño en su Historia de la Ciudad de Lorca, «de una y otra parte hacíanse prodigios de valor, pues entre los moros estaban los más valientes capitanes, y con los de Lorca peleaban los Moratas, García de Paredes, Quiñonero, García de Alcaraz y otros bravos. Dos veces fue rota la caballería mora y dos veces se rehizo por el valor de Malik-alabez (Malique Alabez), cuyo brazo hacía gran daño en los cristianos».Y sigue Cánovas diciendo que «Fajardo, que comprendió que el alma de la batalla era este alcaide, arremetió hacia él con su lanza y a no haber sido la cota de Alabez de tan buen temple, allí hubiera muerto, pues se quebró en ella la lanza. Malik-Alabez tiró con su alfanje un violento tajo a la cabeza de Fajardo que éste tuvo la fortuna de evitar, y sin darle tiempo asiole fuertemente con la mano izquierda que le sacó de la silla, y el caballo que estaba mal herido cayó arrastrando al jinete. Saltó de la silla Fajardo y sujetó al moro con gran fuerza hasta que llegaron más peones que lo maniataron y lo sacaron de la batalla por orden de Fajardo».

La captura de su capitán quebró el ánimo de los musulmanes; la batalla se decantó claramente a favor de los cristianos y el ejército moro salió en huida llegando a Vera. Los cristianos lo siguieron hasta la fuente de Pulpí, llegando a la ciudad de Bayra unos 300 soldados nazaríes. Aquella batalla, según la crónica de Cánovas Cobeño, «costó la vida a 800 caballeros de lo más distinguido de Granada, entre ellos caudillos parientes todos de Malik-alabez. Fueron hechos prisioneros 400 moros y murieron muchos más peones. Por parte de los cristianos hubo 40 muertos y más de 200 heridos».

Este fue el final del Alcaide de Vera, Malique Alabez, quien fue ejecutado por sus captores.

Como consecuencia de esta victoria el día de San Patricio, se nombró a esta Santo, Patrón de Murcia, y se levantó en su honor la Colegiata de San Patricio en Lorca.

Otro episodio épico del que fueron testigos, nuevamente, el Cerro del Espíritu Santo y los restos de aquella ciudad medieval que en él se conservan. Otro motivo más para darle a este enclave arqueológico y a la historia veratense la importancia que se merecen.

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