Ojalá existiera lo de la OTI
Rafael Montes: "Queremos ser ciudad dormitorio de Almería si el tren nos ayuda"
Elecciones municipales 2023
La despoblación es el gran reto al que se enfrenta el actual alcalde socialista si revalida el cargo en las elecciones
Destaca su cercanía con los vecinos: "Mi despacho es la calle" y lamenta la poca ayuda de las administraciones
A Rafael Montes, actual alcalde de Fiñana, es difícil encontrarle en el despacho de Alcaldía. Afirma que su despacho es la calle y por eso, tras diez años como regidor con el PSOE, quiere revalidar una legislatura más para seguir trabajando para frenar la gran problemática que azota a Fiñana y a toda la comarca: la despoblación.
–¿Qué balance hace de esta legislatura que ya acaba?
–Después de haber pasado la pandemia estaba preocupado porque sabía que tenía muy abandonado el programa electoral con el que me presenté y pensaba que no se había cumplido. Pero mi gran satisfacción ha sido que, a pesar de los pesares, hemos cumplido un 80% de lo que prometimos. Estoy muy orgulloso de la actuación de los concejales y de todo el equipo de gobierno y trabajadores del Ayuntamiento porque han trabajado duro para buscar subvenciones, ayudas y recursos para seguir creciendo.
–¿Siente que ha realizado un máster tras haber gestionado el Ayuntamiento durante esta crisis sanitaria?
–Sin duda. Nos hemos enfrentado a una dura realidad sabiendo que los vecinos solo tenían a su alcaldes y concejales para poder ayudarles. Lo único que me llevo negativo de esta legislatura es la gente que se ha quedado en el camino, de toda la comarca. Y aún sigo dolido con el cierre sin motivo alguno de la residencia de Día por parte de la Junta apoyándose en que no era económica. Dijeron que la reabrirían y no lo han hecho ni tienen intenciones de hacerlo. Sigo insistiendo en que nuestros mayores no se miden con dinero sino con cariño y ese centro de día es muy importante.
–¿Qué objetivos tiene marcados para esta nueva legislatura si los fiñaneros vuelven a depositar en usted su confianza?
–Yo espero que los vecinos confíen en mí y vean que seguimos trabajando por el progreso, la modernidad y por luchar contra la despoblación. Queremos que sigan parando los trenes aquí, que vengan más recursos para los agricultores y los ganaderos y seguir potenciando el turismo rural. Queremos ser una ciudad dormitorio de Almería si el tren nos ayuda. Tengo proyectos muy concretos en un programa electoral pensado y muy elaborado. Vamos a hacer obras importantes y necesarias.
–¿Como por ejemplo?
–Vamos a seguir trabajando para que Fiñana sea un pueblo blanco. Hemos invertido una gran partida económica para el blanqueo de casas y fachasas y vamos a seguir haciéndolo. Va a haber una fuerte inversión para recuperar el esplendor que la calima nos quitó.
–¿Y cómo va a convencer a los vecinos de que le voten?
–Mis vecinos ya me conocen. Yo no he cambiado. Soy el mismo que se para con todo el mundo y saben que mi despacho es la calle. Que siempre estoy ahí a cualquier hora. Voy a seguir luchando por mi pueblo y por mi comarca y tienen que saberlo al igual que todas las cosas que hemos hecho en estos años.
–¿Cuáles son las deficiencias que padece Fiñana y que serán su prioridad si repite como alcalde?
–Llevo diez años como alcalde y el mayor problema que veo es ponerle freno a la marcha de la juventud. Nadie se quiere creer lo de la despoblación pero está ahí. Cuando yo llegué hace una década aquí había 2.500 vecinos y ahora somos algo más de 1.900 y eso es una triste realidad. Hay que apostar por que la gente se sienta cómoda en el pueblo, que haya un buen servicio de transporte público para que si tienen que trabajar en Almería, no se muden de aquí. El problema es que me he visto muy solo por parte de las administraciones, no ayudan a los pequeños. Siempre se alude a que hay poca gente e invertir en los pueblos no es rentable. La realidad es dura y hay que reinventarse.
–¿Le acompañan jóvenes en esta nueva aventura?
–Así es. La persona más mayor soy yo. Se ha renovado un 70% la lista y solo repiten tres personas. Hemos apostado mucho por talentos jóvenes con experiencia y conocedores del pueblo. De hecho, en la lista van cuatro integrantes de Juventudes Socialistas. Ellos son el futuro del partido para el resurgir de toda la comarca.
–¿Cómo piensa frenar esta sangría de población?
–Tenemos pocos recursos pero podemos minimizar las licencias municipales e incluso condonarlas para que la gente se quede. También pedirle a las administraciones que tengan ventajas fiscales las familias que quieran vivir aquí. Además, hay que apostar también por las viviendas protegidas y para ello podemos ofrecer todo el suelo que nos pidan para su construcción.
–Hablando de VPO, ustedes también padecen de otro problema derivado de la despoblación: las casas cerradas a cal y canto. ¿Qué solución contempla?
–Así es. Tenemos muchas casas abandonadas. Hay que inculcar a la gente que hay que activar esas viviendas y ponerlas en uso. Hay que apostar por el mercado de alquiler solidario para frenar la despoblación. Una casa cerrada es una problema y una ruina a la vez.
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