Un paso más hacia la santidad: el Cura Valera de Huércal-Overa será beato

Levante

El Papa León XIV aprueba un nuevo milagro al reconocido pastor huercalense que curó a un niño en Estados Unidos en 2007

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El alcalde y autoridades se acercaron a Nuestra Señora de la Asunción tras conocer la noticia.
El alcalde y autoridades se acercaron a Nuestra Señora de la Asunción tras conocer la noticia. / D.A.

A través de su boletín oficial, el Vaticano ha anunciado que Salvador Valera Parra, conocido popularmente como Cura Valera, será beatificado próximamente tras la aprobación por parte del recién nombrado Papa León XIV, del milagro que le había sido atribuido al curar a un niño en 2007. La diócesis de Almería ha recogido esta noticia con repique de campanas porque "uno de sus mejores hijos será elevado a los altares".

El estudio realizado por el Dicasterio para las Causas de los Santos de Roma ha concluido finalmente su fase romana y ha sido durante la mañana de este viernes 20 de junio cuando el Papa ha firmado el decreto por el que se le aprueba oficialmente el milagro que llevará a este querido cura huercalense un paso más cerca de la santidad. Será previsiblemente dentro de unos meses, en 2026 cuando se lleve a cabo el acto de beatificación.

El alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández, y parte de su equipo de Gobierno se han desplazado hasta la parroquia Nuestra Señora de la Asunción para reunirse con el párroco local, hermanas y algunos vecinos y vecinas tras conocer la noticia de la próxima beatificación del Cura Valera.

El niño sanó sin explicación científica tras la intercesión de Salvador

En la noche del 14 de enero de 2007 el niño Tyquan Hall nació en el Memorial Hospital de Rhode Island en Providence (Estados Unidos), pero sin apenas pulso y respiración, con una frecuencia cardíaca baja y con aspecto pálido y cianótico. Iniciados los protocolos de recuperación neonatal, una hora después no se aprecianban signos de mejoría, la enfermera no le encontraba el pulso ni el latido del corazón. El médico que lo atiende, el doctor Juan Sánchez-Esteban, natural de Huércal-Overa, en su desesperación, se acuerda de lo que sus padres le han enseñado desde pequeño, y pide la intercesión de su paisano con una oración: “Cura Valera, he hecho todo lo que ha sido posible, ahora te toca a ti”.

Se había perdido toda esperanza pero, unos minutos después de que Salvador Valera Parra emitiera su oración, el niño comenzó a respirar y su corazón comenzó a latir con normalidad. Tras este difícil episodio, Tyquan debería haber quedado afectado por daños en su desarrollo como una parálisis cerebral y discapacidad mental y física, en el área del lenguaje y de la motricidad, pero no quedó en él secuela alguna.

El proceso canónico de investigación de este presunto milagro se llevó a cabo en la diócesis de Rhode Island en Providence (Estados Unidos) del 8 al 19 de septiembre de 2014. El 26 de junio de 2015 se declaró la validez de la fase diocesana. Tras la preparación de la Positio de estudio de este presunto milagro en el Dicasterio para las Causas de los Santos de Roma, ha superado de forma positiva el estudio de los historiadores y de los teólogos, así como de la compleja Consulta Médica y de la sesión plenaria de Cardenales y Obispos del Dicasterio, que han presentado al Papa León XIV las conclusiones finales y él las ha recibido y aprobado favorablemente.

Una figura de dejó huella en Huércal-Overa

El Cura Valera nació en Huércal-Overa (Almería) el 27 de febrero de 1816 en el seno de una familia pobre y humilde, en un tiempo difícil por la presencia de continuas epidemias, hambrunas y persecuciones a la fe, forjando una fe firme que le hizo un auténtico apóstol de Cristo. Se conserva la casa natal en la calle que lleva su nombre. Estudió en el Seminario de San Fulgencio de Murcia, diócesis a la que entonces pertenecía esta Parroquia. Ordenado sacerdote a los 24 años en 1838, destaca por un celo ardiente, humildad profunda, sencillez encantadora, generosidad admirable y caridad sin límites. Ejerce su ministerio en las parroquias de Alhama de Murcia y Cartagena hasta que en 1868 regresa como Párroco a su pueblo natal. Siempre dispuesto a repartir su comida y vestidos, pasa las noches en vela cuidando enfermos y moribundos, ofreciendo a todos el auxilio espiritual. La Virgen se convierte en la principal confidente de sus desvelos. Atendió con heroísmo a los enfermos del cólera en las epidemias de entonces. Ante el peligro de terremotos nunca quiso abandonar a su pueblo si no lo hacían también los presos a los que socorría. En atención a su entrega recibió varios premios y condecoraciones civiles. El 15 de marzo de 1889, tras una vida sacerdotal entregada y acompañada de signos extraordinarios muere en olor de santidad. Su cuerpo reposa junto al altar de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Huércal-Overa, donde se conserva viva su fama de santidad.

Ya en vida era admirado por sus virtudes cristianas y sacerdotales, e incluso se le atribuían hechos milagrosos, por lo que el entonces arzobispo de Valencia dijo de él: «no estoy hablando de un hombre ni de un sacerdote, hablo de un ángel». Son innumerables los testimonios de fama de santidad y de signos de don Salvador Valera recabados a lo largo de los años y que sigue viva en la actualidad, llegando a ser definido como «el Cura de Ars español», pues vivió su ministerio sacerdotal principalmente en su pueblo natal de Huércal Overa. No se conocen de él escritos ni grandes hazañas, no fue fundador de ninguna congregación religiosa, solo brilla en él la entrega de su vida por sus feligreses y la caridad continua hacia ellos.

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