Motivos para la historia y el recuerdo de ciertos centros de culto de Níjar

Los de Fernán Pérez y Atochares, la Villa y de Huebro son algunos ejemplos de centros de culto de Níjar con motivos para el recuerdo

Iglesia Parroquial de Santa María de la Anunciación de la Villa
Txabi Ferrero

08 de febrero 2021 - 07:47

La pedanía de Fernán Pérez tiene el privilegio de ser la barriada que abre el calendario festivo de Níjar con sus festejos que celebran a mediados de mayo en honro a San Fernando.

El inicio de cada una de las jornadas festivas se anuncia por el repicar de las campanas de la iglesia. En este templo, uno de los más antiguos de Níjar, estaba prevista, en 1928, la boda de Francisca Cañadas Morales con Casimiro Pérez Pino, a las 03:00 horas de la madrugada. No pudo celebrarse, ya que Francisca huyó con su primo y éste fue asesinado más tarde. Esta historia dio lugar a ‘Bodas de Sangre’, la obra cumbre de Federico García Lorca, la obra cumbre de Federico García Lorca, el granadino más universal.

La iglesia de Atochares es la mejor conservada de los pueblos de colonización de la provincia de Almería, y de las pocas de España levantadas por el Instituto Nacional de la Colonización. Esta luce una placa de reconocimiento como edificio representativo de la arquitectura moderna desde el 29 de octubre de 2013. El Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, en colaboración con el Ayuntamiento de Níjar, celebró entonces un acto, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Arquitectura, como reconocimiento público de la edificación e instauración en el territorio del Poblado de Colonización de los Atochares incluida en el catálogo de Docomomo Ibérico.

Villa de Níjar y Huebro, dos parroquias con un mismo titular e historias distintas

La Villa de Níjar, capital administrativa de la localidad y donde se ubica su casco antiguo, tiene dos parroquias: la de Santa María de la Anunciación, en la Villa, y la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Huebro.

Fue mandada construir por el obispo Antonio Corrionero en el siglo XVI. La particularidad de esta Iglesia estriba en que tuvo una función defensiva. Fue construida durante el reinado de Carlos I y presenta su escudo en la torre-fortaleza. Otro elemento destacable es su reloj, que es el original, y fue cambiado de lugar en la restauración de 2005.

A Huebro se le asignó en 1505 la parroquia Santa María de Níjar, a la que perteneció durante medio siglo hasta que el obispo Antonio Corrionero le concedió su parroquia propia. De estilo mudéjar, el pastor Sebastián de Parra, natural de Dalías, trajo a Huebro en 1690 la imagen de la Virgen del Rosario, patrona del barrio, argumentando que la encontró en los montes mientras guardaba su rebaño.

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