Níjar

Las Negras, teorías y diferentes leyendas sobre su nombre

  • El color de sus rocas y del Cerro Negro se entremezclan con el drama de la muerte y la presencia de esclavos

Diversas teorías, incluso varias leyendas con fundamentos diferentes, se entremezclan en la denominación del barrio costero de Las Negras, uno de la veintena que vertebra el amplio término municipal de Níjar. El color negro de las piedras de su playa da sentido a una de estas acepciones.

Otra de estas teorias tiene que ver con la geografía y, en concreto, el montículo de origen volcánico, que está situado a la izquierda del pueblo. Con un marcado color oscuro, recibe el nombre de Cerro Negro y no son pocos quienes creen ver el perfil de una persona mirando al mar.

La tercera teoría está vinculada con una leyenda dramática, la que asegura que este pueblo se fundó tras una tragedia. Los hombres de la cercana población de San Pedro se hicieron una mala noche a la mar y nunca más volvieron. Las mujeres, viudas dedicadas más a la agricultura, vieron la necesidad de acercarse al resto de pueblos para subsistir. El nombre de este nuevo asentamiento vecinal quedó condicionado por la particularidad de que sus fundadoras iban vestidas de negro por el luto de esta tragedia.

Esta leyenda presenta una variante. Cuenta como los ancianos del lugar fueron obsequiados con dos esclavas negras, tras atender los pobladores de San Pedro y alrededores a un grupo de marineros que se habían quedado sin provisiones. Con la llegada de barcos de vapor ya no era necesario hacer una parada estratégica en San Pedro antes de llegar al Puerto de Almería. Esos habitantes, aislados, se instalaron en Las Negras, mejor comunicada por carretera con el resto de poblaciones de la zona. Ese fue el motivo de su traslado.

Existe otra leyenda, de la que existen documentos y relatan este hecho. Cuenta que este pequeño asentamiento se llamaba Los Almacenes, a donde llegó un barco cargado de esclavos, deshidratados y sin víveres. Los vecinos de la zona les rescataron y atendieron. Ya recuperados, los patrones del barco regalaron dos esclavas negras a los lugareños como una forma de agradecimiento por esos cuidados.

Las esclavas se instalaron en un cortijo, al que llamaron ‘Cortijo las negras’, donde realizaban tareas de agricultura. Con el tiempo, la gente dejó de relacionar a ese núcleo vecinal bajo su anterior nombre de Los Almacenes y se popularizó el de ‘Las Negras’, como recuerdo a esas dos mujeres de raza africana que allí llegaron a habitar.

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