De Madrid a Cabo de Gata: la nueva y reivindicativa vida de un expolicía en pleno Parque Natural

Levante

José Francisco Cano pasa sus días afincado en San José tras una larga carrera velando por la seguridad de los demás. Ahora se afana por que el entorno en el que vive sea un lugar mejor y se mantenga fiel a su esencia

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José Cano recoge un premio en Coria del Río por su labor en favor de la educación vial
José Cano recoge un premio en Coria del Río por su labor en favor de la educación vial / DIARIO DE ALMERÍA

El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar tiene algo que enamora. Su paisaje, su luz y sus playas vírgenes te atrapan y no te sueltan. Es un enclave que, pese a que no regreses, siempre vuelves a él a través de los recuerdos. Algo similar le ocurrió a José Francisco Cano de la Vega, un policía local madrileño que desde sus primeras visitas a la provincia ya supo que su futuro no andaría muy lejos de ella.

Cano de la Vega desarrolló su labor policial en distintos municipios de la capital del país; primero en Madrid y, posteriormente, en San Fernando de Henares y Fuenlabrada. Y nunca ha escondido su inquietud social, por estar del lado de los más vulnerables y contribuir a hacer del entorno en el que vive un lugar mejor. Tanto es así que fue fundador y primer presidente de Unijepol, una asociación que aglutina a jefes y mandos de la Policía Local de toda España y que en la década de los años 90 permanecía inédita en el territorio nacional. Era este un territorio yermo por explorar y su puesta en funcionamiento igualó al país con otros como Estados Unidos e Italia, donde el movimiento asociativo estaba entonces más arrigado. "En España no existía ninguna asociación de este tipo y me pareció que era muy importante impulsarla para tener una perspectiva profesional de todos los problemas que tienen que ver con la seguridad local, que son muy amplios, porque abarcan desde la seguridad vial hasta aspectos que tienen que ver con la convivencia diaria y la lucha contra la inseguridad ciudadana", cuenta Cano a este periódico.

Desde que en 1980 ingresara en la Policía Local de Madrid como agente de base, con Tierno Galván como alcalde, Cano ha podido vivir en primera persona cómo es la idiosincrasia de cada municipio y cómo varían los recursos y los problemas a atender en función de variables como el número de habitantes de cada uno de ellos. "En un municipio pequeño tienes que ser un policía polivalente, haces absolutamente y tienes que saber absolutamente de todo", subraya. En cambio, matiza, "en los municipios más grandes hay un nivel de especialización mayor; hay policías que se dedican a la investigación de accidentes de tráfico o que son especialistas en la conducción de motocicletas policiales o en el pilotaje de drones".

Recogida del Premio del CGPJ por el trabajo en la atención a la violencia de género 2005
Recogida del Premio del CGPJ por el trabajo en la atención a la violencia de género 2005 / DIARIO DE ALMERÍA

"Cuanto más pequeño es el municipio, más polivalente has de ser", abunda. Bajo esa premisa hubo de adaptarse a San Fernando de Henares, un municipio de la corona este metropolitana madrileña con, entonces, algo más de 40.000 habitantes. "Apenas conseguíamos sacar una o dos patrullas diarias, no más, porque no había recursos humanos", especifica. No obstante, esa nueva realidad le sirvió para asumir las riendas de la gestión del cuerpo policial, desde el ámbito económico y la presupuestaria del Ayuntamiento que se destina a la Policía Local hasta las relaciones laborales y cuestiones operativas. "Si había una carrera ciclista, una manifestación o cualquier suceso que ocurría cada día, un caso de violencia de género, un atraco a un banco, cualquier cosa.... ahí debíamos estar", argumenta Cano.

José Francisco es licenciado en Sociología. Obtuvo la carrera en dos etapas distintas y su plaza de policía entre una y otra, y esa formación le ha valido para desarrollar su tarea de una forma diferente y más enriquecida. "Es verdad que tradicionalmente los policías que ejercen funciones directivas son licenciados en Derecho y parece que esa es la carrera que más se ajusta a esta profesión", asevera. Pero, a lo largo de toda su trayectoria, concreta, "la Sociología me ha servido de mucho porque es una disciplina que toca todos los palos. Desde el Derecho, que también está en la carrera, hasta la gestión de conflictos o entender cómo evoluciona una sociedad, la importancia de la relación con la comunidad... Todo eso a mí me ha servido mucho para hacer un enfoque distinto de lo que se venía haciendo en la Policía y que realmente tuvo mucho éxito".

Pioneros contra la violencia de género

En este sentido, desarrollaron proyectos novedosos y pioneros en el campo de la violencia de género, cuando todavía no existía el marco normativo actual. "Antes de que entrara en vigor la nueva ley nosotros ya desarrollábamos muchos de los mandatos que después se expusieron en ella", argüye. En definitiva, apunta, se trata de adaptar la labor de la Policía Local a una realidad totalmente distinta a la del siglo XX. "Tenemos una sociedad en la que ya no todo el mundo es heterosexual ni católico, en la que ya todo el mundo no es blanco ni viene de España, sino de muchos otros sitios. Y la sociología me ha ayudado mucho a afrontar la gestión de esa comunidad local tan diversa, tan multicultural", desarrolla Cano.

Al compás de esa ardua carrera policial, José Cano descubrió Almería y el encanto de su provincia. Se adentró en el Cabo de Gata casi por casualidad, en la década de los 80, cuando aún no era Parque Natural, y se enamoró. Desde entonces sus vacaciones se han ido sucediendo en este rincón. Primero en un camping, despúes en un apartamento de alquiler, hasta que finalmente se compró una pequeña vivienda en Las Negras y, más tarde, se afincó en San José. Momento en el que decidió, junto a su mujer, que cuando se jubilara este iba a ser su sitio. Y así ha sido, pues llevan residiendo en la pequeña barriada nijareña desde 2018.

No obstante, la jubilación y el ritmo pausado que implica vivir en pleno Parque Natural no han propiciado que este expolicía lleve una vida apaciguada, sino todo lo contrario. Inquieto por naturaleza, Cano siempre ha mostrado su preocupación por "los avances sociales y los derechos de la gente". Al llegar a Almería vio no solo lo maravilloso que era el Parque Natural, sino cómo está representada en la provincia la llamada España vaciada. "Todos los pueblos del Cabo de Gata tienen muchísimos déficitis de todo tipo en lo cotidiano", explicita. Así que se involucró en el movimiento vecinal de la zona, y hasta la actualidad viene trabajando para tratar de mejorar las cosas en el pueblo en el que reside y en los de alrededor. A esto le ha ayudado el hecho de seguir muy vinculado a la organización que él mismo fundó (Unijepol). De ahí surgió la elaboración de una guía de buenas prácticas en el ámbito de la seguridad vial, una manera de facilitar a las policías locales de toda España una guía de actuación para trabajar mejor en ese ámbito, que se cobra muchas vidas todos los años.

Cano, en el Sendero de la Loma Pelada, entre Los Escullos y San José
Cano, en el Sendero de la Loma Pelada, entre Los Escullos y San José / DIARIO DE ALMERÍA

Es en ese afán por ser parte activa de la comunidad en la que reside cuando también surge La Crónica del Parque, un periódico local que trata de abarcar todas las noticias de proximidad que ocurren en el entorno, sobre todo en el Cabo de Gata, aunque también trata temas provinciales y autonómicos. "Estamos muy centrados en todos los aspectos de proximidad y relacionados con el Cabo de Gata. Tanto problemas de tipo social o vecinal, como de tipo medioambiental", apunta.

Como ciudadano inquieto y comprometido, a José Cano le preocupan dos grandes cuestiones del lugar en el que vive: la falta de servicios y de una política decidida y valiente para conservar los valores del Parque Natural. "Desgraciadamente hay gente que quiere convertir esto en Benidorm y Benidorm ya existe", lamenta. "El valor más grande del Parque es su naturaleza, y el intentar seguir abriendo hoteles, estableciendo negocios que no son compatibles con algo tan sensible y tan frágil, me preocupa también mucho", apostilla.

Fruto de esa participación activa en su comunidad, Cano se ha ganado el respeto de sus conciudadanos. Tanto es así que recientemente fue reconocido con la medalla extraordinaria de los Premios Atesvan por su contribución a la educación vial. "Para mí es muy importante que bastantes años después de mi jubilación, mis compañeros se sigan acordando de mí y sigan valorando el trabajo que hago", reconoce este expolicía con alma de ciudadano comprometido.

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