Las banderas de los edificios oficiales de Roqueta de Mar ondean hoy a media asta y lucen un crespón negro en el salón de plenos municipal, en señal de luto por el fallecimiento ayer de Gustavo Villapalos, hijo adoptivo de la ciudad.

Un título que fue concedido al catedrático de Historia del Derecho y exrector de la Universidad Complutense el 28 de septiembre de 1990, como reconocimiento a su compromiso con Almería y, en particular, con Roquetas de Mar, que se convirtió en sede de la Universidad de Verano de la citada universidad.

Con ocasión de su designación como hijo adoptivo, se denominó además con su nombre una de las calles principales de Roquetas de Mar. Por todo ello, el Alcalde decretó declarar luto oficial de carácter especial el día de hoy.