Historia
  • La Junta de Andalucía incluyó el templo veratense en el Catálogo General de Patrimonio con la categoría de Monumento el 27 de marzo del 2000

La iglesia de Vera cumple 21 años como Bien de Interés Cultural

La iglesia de Vera en una imagen aérea de hace unos años. La iglesia de Vera en una imagen aérea de hace unos años.

La iglesia de Vera en una imagen aérea de hace unos años. / Diario de Almería

En la provincia de Almería hay 533 bienes declarados como de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. De ellos, 199 en la categoría de monumento. Uno es la iglesia de la Encarnación de Vera, de cuya inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz se cumplen ahora 21 años.

La iglesia parroquial de Vera es, junto al yacimiento del Espíritu Santo, los únicos BIC que hay en el municipio. Y lo es desde el 27 de marzo del año 2000, cuando se aprobó el decreto firmado por el que era presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. No obstante sería el 18 de mayo cuando se publicaría en el BOJA.

Se culminaba así un procedimiento de más 15 años, iniciado en 1985, para proteger a esta iglesia de principios del siglo XVI.

Con la declaración como Bien de Interés Cultural no solo quedó protegido el edificio, sino también el retablo mayor, incluyendo la Virgen con el Niño de la hornacina central y el relieve de la Anunciación, así como la maquinaria del reloj del siglo XIX.

Asimismo, también se incluye en la protección del Bien Cultural el entorno de la iglesia que afecta a un tramo de la calle Mayor Mayor, comprendido por los números 7, 9, 10, 11, 13, 15 y 17;una parte de la calle Villar, entre los números 2, 3, 4, 5, 6 y 7; y otro de Juan de Anglada.

Interior de la iglesia de Vera, con el retablo al fondo. Interior de la iglesia de Vera, con el retablo al fondo.

Interior de la iglesia de Vera, con el retablo al fondo. / V. Visiedo P.

Una iglesia-fortaleza

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de Vera se construyó como consecuencia de la destrucción de la antigua ciudad musulmana de Bayra en el terremoto de noviembre de 1518. El Emperador Carlos V, tras este acontecimiento, pidió que se informase sobre la conveniencia de reedificar la ciudad y la fortaleza de Vera. Dicho informe consideraba muy conveniente y necesario por la defensa de la tierra la construcción de una ciudad de nueva planta, con muralla, torreones y «en el centro un templo parroquial, de planta rectangular y traza de fortaleza, con sendas torres en las esquinas». Siguiendo este planteamiento, en el año 1521, se inicia su construcción por alarifes moriscos. Según el informe de la declaración de BIC fue bajo la dirección de Francisco Capilla, pero hoy en día sabemos que es erróneo.

El templo responde al planteamiento de iglesia fortaleza que ayudase a la defensa de la población, tan cercana al mar y que tan continuamente se verá abatida por el ataque de piratas.

El aspecto de fortaleza es muy acusado; presenta al exterior toda la imagen de un castillo fuertemente defendido, con sus torreones en los ángulos, y sus muros altos y macizos. Los huecos son verdaderas saeteras, y la decoración extraordinariamente sobria, careciendo de portadas o cualquier otro elemento que pudiera hacer el templo más vulnerable.

La iglesia está ubicada en la Plaza Mayor. La iglesia está ubicada en la Plaza Mayor.

La iglesia está ubicada en la Plaza Mayor. / Javier Alonso

La iglesia fue construida entre 1521 y 1524. En su fábrica se combinaron elementos góticos con otros mudéjares.

Es un templo aislado, de una sola nave rectangular dividida interiormente en cinco tramos por pilares de fuerte resalte, en cuyos ángulos se sitúan potentes torres de planta cuadrada. Los muros son de gran grosor y, prácticamente, ciegos. Los pequeños huecos originales se abren a considerable altura y son verdaderas saeteras con carácter defensivo.

Las entradas, protegidas por la altura de su rasante, más elevada que la general de los terrenos que rodean el templo, son dos y se sitúan en el lateral norte (Plaza Mayor), la principal, y otra secundaria, a los pies. Las portadas son simples huecos recortados sobre el muro, con un arco de descarga sobre el dintel. Lo más destacado de la fachada lateral, en cuanto a decoración, lo constituye una moldura que recorre la parte superior y un grupo de tres escudos, al parecer correspondientes al Papa, al Emperador y al Obispo Fernández de Villalán, éste el único que se conserva aún en la actualidad.

Detalle de los escudos de la fachada, aunque solo se conserva uno. Detalle de los escudos de la fachada, aunque solo se conserva uno.

Detalle de los escudos de la fachada, aunque solo se conserva uno. / Javier Alonso

Por lo que respecta al interior, queda organizado en una sola nave en cuyos muros se disponen columnillas muy delgadas que recorren la parte frontal de los pilares para terminar en una moldura. Las bóvedas son de crucería cuatripartitas y, en el presbiterio, de terceletes. A los pies del templo se coloca el coro que descansa sobre una bóveda de lunetos.

Los materiales empleados en la construcción son el ladrillo y cajones de mampostería, intercalando en algunos puntos, especialmente en las partes altas y en las torres, paños de sillares o sillarejos.

La torre del campanario tiene la peculiaridad de tener cinco lados, uno de ellos más corto que el resto. Según explica Gabriel Flores en su libro 'La vida en Vera: capítulos de su historia' sería la forma de resolver el apoyo por la base irregular sobre el torreón en el que se apoya.

Torre del campanario de la iglesia de Vera, con cinco lados. Torre del campanario de la iglesia de Vera, con cinco lados.

Torre del campanario de la iglesia de Vera, con cinco lados. / Javier Alonso

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios