Angustias de un barrio
La corporación se adentró en la Almedina y desembocó en su sede canónica de San Juan La Virgen lució un monte de iris blancos en detrimento de los morados
A las siete y cuarto en punto de la tarde, quince minutos antes de lo habitual, la Hermandad de las Angustias puso su Cruz de guía de plata en la puerta de la Capilla del Colegio Compañía de María.
Las filas de nazarenos, ataviados con túnica morada de cola recogida y cinturón de esparto comenzaron a salir en busca de la Rambla Obispo Orberá. El cuerpo de ciriales del Cristo precedió la salida del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Benjamín González Jiménez, que tras muchos años como costalero, ayer se estrenó como capataz de dicho paso, llamó a sus costaleros para que minuciosamente el paso saliese a la rambla Obispo Orberá al son de la marcha real, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de la localidad de Granada. La formación nazarí cumplió así su segundo año tras el imponente crucificado después de que años atrás pusiese su música tras el Cristo la Banda de Cornetas y Tambores de Torreperegil. La imagen que tallase José María Hervás Benet en 1954 se dirigió hacia Navarro Rodrigo para alejarse por el Paseo en busca del casco histórico y su sede canónica, la Iglesia de San Juan.
En el patio de la Capilla de la Compañía de María sonó el llamador por segunda vez en la tarde. Alejandro Mengíbar mandó levantar el paso de Nuestra Señora de las Angustias para que saliese a la calle. Como novedad, este año el paso presentó la cartela central y las esquinas. Además, la titular mariana de la hermandad lució iris blancos como exorno floral, en detrimento de los morados que habitualmente venía usando.
La cofradía se dirigió por Plaza de San Pedro hasta Real y Lope de Vega para desembocar en la Plaza de la Catedral. La imagen de las Angustias, salida de la gubia de José Navas Parejo en 1.942, recorrió las calles del casco histórico a los sones de la Banda de Música de Amuver de Huécija-Alicún. Momento especial fue el paso de la corporación por la Plaza Cristo de la Buena Muerte, dedicada al titular cristífero de la hermandad. En ella, la cofradía se reencontró con su barrio y con su sede canónica, la Iglesia de San Juan, donde reciben culto las imágenes durante todo el año. El paso por el Hospital Provincial y Ronda del Beato Diego Ventaja hizo que la corporación visitase a la Hermandad del Prendimiento un año más, como muestra de agradecimiento por resguardar a sus imágenes de la lluvia hace unos años. Ambos pasos se detuvieron ante la Virgen de la Merced que lucía con todo su esplendor, tal y como quedó reposada en su Capilla el Miércoles Santo. La Hermandad de las Angustias entró en Carrera Oficial a las 23:15 horas y, tras ello, buscó la entrada a su templo, donde se encerró a las 00:00.
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