Jueves Santo

Emoción nazarena en el clásico Encuentro

  • El titular cristífero vistió, para el asombro de todos, túnica de color blancoMuchos espectadores en la Plaza Circular para disfrutar del acto.

Un día más la climatología permitió que los almerienses acudieran a las calles de la capital para presenciar los desfiles procesionales del Jueves Santo. No iba a ser menos en Ciudad Jardín, pues la Plaza de España estaba repleta de devotos que estaban dispuestos a ver el inicio de la estación de penitencia para Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura, de la Hermandad del Encuentro.

Al contrario del pasado año en el que hubo varios estrenos, sobre todo en el paso de la imagen mariana, en esta ocasión, solo habría una novedad como era el banderín del grupo joven de la cofradía. Eso en lo referido al cortejo, debido a que la Agrupación Musical Virgen de las Angustias, de Vera, tuvo la oportunidad de interpretar por primera vez en la capital la marcha 'Sangre Nazarena', una obra de Moisés Ortiz dedicada al titular de la hermandad de Ciudad Jardín. En cuanto a novedades, la talla de Jesús Nazareno lució con túnica blanca y no con la habitual morada o la bordada, de antaño.

A las 18:45 horas de la tarde la Iglesia de San Antonio de Padua abrió sus puertas y el cortejo de nazarenos, ataviados con túnica morada de sarga con capa, peto y capirote morado, comenzó a abandonar su sede canónica dirección al casco histórico de Almería. El primero en aparecer por las puertas del Templo era el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno que, tras cruzar el dintel fue recibido entre aplausos por todos sus vecinos que lo esperaban.

Poco después, María Santísima de la Amargura también inició su itinerario siendo portada por treinta costaleras que realizaron la primera chicotá con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Alcolea. Como ya es tradición, cada uno de los pasos tomó un trayecto diferente, para finalmente realizar el encuentro tan esperado por los almerienses que no dejaron ni un lugar por rellenar de la Plaza Emilio Pérez.

Tras el mismo, la Hermandad del Encuentro prosiguió su recorrido, a través del paseo de Almería. Aunque fue posterior a su paso por la Carrera Oficial cuando los dos titulares de la corporación transitaron por lugares emblemáticos como Plaza de la Catedral, Calle Cubo o la Plaza Virgen del Mar, un punto que ya había concentrado a varios devotos de la Semana Santa con la primera salida de Rosario del Mar horas antes.

El paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno estaba engalanado con claveles rojos y macollas laterales en clavel chino, mientras que María Santísima de la Amargura lució adornada por lilium, claveles y rosas blancas y flor de cera. Ambas cuadrillas, comandadas por sus capataces, recorrieron la Carretera Sierra Alhamilla con un andar largo para reencontrarse de nuevo con las calles adyacentes a su iglesia.

Como ya ocurriera en el comienzo de la procesión, la Plaza de España estaba expectante ante el regreso de su hermandad al barrio. Los momentos emocionantes volvieron a vivirse mientras que el cortejo avanzaba por El Salvador, antes de encontrarse ya en la puerta de la Iglesia Parroquial San Antonio de Padua.

En la madrugada del Viernes Santo, en torno a la 1:30 horas, la Hermandad del Encuentro se introdujo, de nuevo, en su templo para poner fin a su desfile del Jueves Santo entre las lágrimas de los costaleros y costaleras que ya contaban los días hasta la llegada de la próxima Semana Santa.

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