Baño de Salud y Pasión en Oliveros

¿a Dónde dirige la mirada? Nadie tiene la respuesta. Es una de las caracteristicas del Cristo de Salud de la Hermandad de Pasión. Unos ojos que busca respuesta cada Lunes Santo en la ciudad de Almería. Busca el porqué y da anhelo a todos los almerienses pero, sobre todo pide Salud a todo su pueblo. Tras su tercerca caida vuelve a levantarse para salvar a toda la humanidad.

La Hermandad de Nuestro Pdre Jesús de Salud y Pasión en su Tercera Caida y María Santisima de los Desamparados comenzó su andadura por el barrio de Oliveros pasadas las 19:30 horas. Tras la cruz guía una treintena de niños daban paso a un multitudinario tramo de penitentes que pararían en torno a los cuatro ciriales que precedían al Cristo de Oliveros.

Por vigesima primera vez se encontraba al frente del paso Juan Sagredo. De manera milimétrica los 35 costaleros que forman la cuadrilla bajaron la rampa de Santa Teresa al son de Medea, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Asunción de Jodar.

Tras un gran izquierdo comenzó a revirar para encarar la calle Rafael Alberti pero no sería hasta el segundo giro frente a los Juzgados y tras finalizar la marcha Cristo del Amor, cuando el capataz parara por primera vez el paso.

Cuando el Señor de Pasión levantó y comenzó a andar poco a poco la Virgen de los Desamparados comenzó a moverse buscando el dintel de la iglesia contemporánea de Santa Teresa, bendecido en su tiempo por el obispo fallecido en 2.014, Rosendo Álvarez.

Antecediendo a la preciosa talla creada por el imaginero sevillano Álvarez Duarte cerca de veintiseis mantillas acompañaban a la Reina de los Desamparados. Con gran arte y oficio y capitaneados por el famoso capataz Manuel Vicente, la cuadrilla de palio comenzóa bajar por la rampa que le iba a llevar a la calzada de la capital almeriense. Bajo el son de su propia marcha, Reina de los Desamparados,inició su revirá de manera sublime, para seguir consu estación de penitencia.

A las 19:30 horas, puntualidad británica, la cruz guía se plantaba frente a la calle Genaral Tamayo para pasar por la carrera oficial de la capital almeriense que escolta la Alcazaba. Bajo el son de la marcha En tus lágrimas Amargura, el paso del Cristo de Salud y Pasión en su Tercera Caida comenzó a entrar en el paseo en el que esperaban todas las autoridades pertinentes, además de diferentes hermandades que se dan cita a diario.

Con un precioso andar, siempre muy fina, la Virgen de los Desamparados apareció revirando bajo la marcha La madrugá.

Conforme iba anocheciendo y la luna iba haciendo acto de presencia la Hermandad de Pasiónse adentraba en las calles añejas de la ciudad de Almería. Tras pasar por Lope de Vega, la estación de penitencia, llegaría a su punto más algido de su desfile procesional, el paso por la Santa Iglesia Catedral de la Encarnación.

Sobre las 21:30 horas comenzaba a verse la mirada del Cristo de Santa Teresa y minutos más tarde lo haría su madre la Virgen de los Desamparados. Tras la oración pertinente llegaba uno de los momentos más esperados por todos los cofrades, el paso por la Calle Cubo. El paso cristífero pasó con la marcha Medea, mientras que la Virgen prefirió hacerlo con Virgen de la Macarena, interpretzada de gran manera por la Banda Santa Cecilia de Sorbas.

Poco a poco la procesión comenzaba a llegar su fin, pero todavía quedaban por vivir una instante de muy bella factura. Una de las estampas más majestuosas de la noche se producía cuando el Hijo de Dios se ponía frente a su Madre, en el Santuario de la V irgen del Mar.

Tras atravesar la Rambla y los Juzgados la Hermandad de Pasión encaró su última revirá para cerrar una fabulosa estación de penitencia.

Un año queda para volver a ver al Cristo de Pasión con su mirada perdida y a la Virgen María que Desamparada busca cobijo entre las calles de Almería, pero que acompaña a su hijo en el calvario que salvaría a la humanidad.