La Semana Santa es tiempo de devoción, de pasión, de sentimiento, de roscos, de torrijas, de leche frita, de velas, de bambalinas, de marchas musicales..., pero también de lesiones para los costaleros y periostitis para los penitentes. El tiempo lo cura casi todo, el reposo es importante, pero casi más lo es ponerse en manos de un profesional capaz de devolver al cuerpo el estado de bienestar que necesita.

Una de esas manos que es capaz de resucitar a un músculo cansado, a una articulación extenuada, es la de Rogelio Rodríguez Barranco, fisio de Roquetas, que en las temporadas gloriosas del conjunto rojillo en Tercera y Segunda B se encargaba de los tratamientos en las camillas. Hoy, con clínica privada, frente al Castillo de Santa Ana, ya ha dejado el fútbol profesional a un lado y su día a día son las lesiones más habituales de los ciudadanos. Y las de esta semana tienen que ver con el mundo cofrade, principalmente con el costal.

“El costalero tiene una exigencia física máxima debido a su actividad, es decir, cargan con peso elevado y durante una cantidad de tiempo considerable”, por lo que una buena preparación física es fundamental: “Por supuesto que sí, pero no sólo para ser costalero o practicar algún tipo de deporte, sino también para nuestro día a día, y más en los tiempos que vivimos. Es muy recomendable tener una condición física adecuada”, comenta el madrileño, afincado en Roquetas y roquetero como el que más.

Debajo de los pasos, las articulaciones sufren en exceso. “Las lesiones más comunes en un costalero son sobrecargas musculares, tendinopatías, lesiones articulares y ligamentosas, neuralgias por compresión de raíces nerviosas (discopatías)... Hay un alto espectro de lesiones que se pueden generar desde un punto de vista biomecánico”, comenta Rogelio, que apunta que “En cuanto a la dificultad de su tratamiento, dependerá de cada persona y del grado de lesión que se haya producido, pero en mi opinión, las lesiones más complejas en cuanto a su evolución positiva, son las neuralgias por compresión (lesiones discales)”.

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No hay mejor consejo para el costalero, una vez que deje la trabajadera y duerma bien la noche posterior, que ponerse en manos de Roge para una descarga y masaje muscular. “Debemos cuidar todo nuestro cuerpo, en general. Desde mi punto de vista, lo que más énfasis debemos poner a la hora de cuidar y proteger alguna zona de nuestro organismo, es la espalda (cuello y región lumbar principalmente), hombros y rodillas. Es aconsejable tratar todo tipo de lesiones de origen mecánico, que se produzcan en el cuerpo. Ante una lesión de esta índole, es muy recomendable acudir a un profesional para que nos asesore en cuanto al tratamiento de determinadas patologías músculo-esqueléticas antes de que empeoren”, explica.

Roge, ante el escaparate de su clínica, frente al Castillo de Santa Ana.

Como buen profesional deportivo, exfutbolista de Tercera y veterano todavía con el gusanillo picando, Roge recomienda no abandonar el deporte. “Afortunadamente, a día de hoy la gente, hace cada vez más deporte. Evidentemente, esa actividad conlleva alguna lesión que hay que tratar y hay que tomarlo con normalidad, puesto que quien hace deporte, tiene un mejor estado de salud, pero también puede sufrir lesiones”.

Entre tratamiento de fisioterapia, osteopatía y readaptación, al roquetero siempre se le vienen a la mente sus años como fisio de un equipo profesional. “Siempre hay algo de nostalgia, en cuanto al día a día con el futbolista, pero creo que son etapas. Aprendí a evaluar lesiones viendo cómo se producen y ver cómo evolucionan con el tratamiento día a día”, lo que ha perfeccionado unas manos que hoy en día son de las más gloriosas de Almería.