Noche de fuego coronada con flores
La Estampa
Mayores y pequeños disfrutaron ayer de una intensa jornada de procesiones
Noche de fuego, de pasión, de recogimiento y oración. Miradas que reflejan la llama amarilla de cientos de velas de cera, pies caminando descalzos por un asfalto que chirría al paso de la rueda de los coches. Silencio. Diez de la noche. Brisa que pasa, que despeina, dejando marca en la esencia gris de incienso que sube, volando, hacia el cielo donde miran los ojos costaleros antes de esconderse bajo el trono, bajo palio.
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