Saber llevar nuestra cruz
Semana Santa
Hoy no sería un mal momento para detenernos en las ‘cruces’ que, convertidos en ‘nazarenos’, hemos llevado, llevamos o incluso llevaremos
El nazareno y su cruz. Hoy, Lunes Santo, son los máximos protagonistas en nuestra capital almeriense. No podía ser de otra manera, ya que en este día las dos hermandades que realizan su estación de penitencia, Gran Poder y Pasión, cuentan con las imágenes de Jesús nazareno portando su cruz camino al Monte Calvario o Gólgota.
En esta Semana Mayor, hoy no sería un mal momento para detenernos en las ‘cruces’ que, convertidos en ‘nazarenos’, hemos llevado, llevamos o incluso llevaremos.
Muchas veces no encontramos explicación a por qué tenemos que portarlas (problemas económicos, enfermedades, fallecimientos, circunstancias adversas…), pero para eso está Él, para recordarnos que al final, todo acabará bien.
Quizás, tendríamos que sacar de nuestra ‘caja de las cosas antiguas’, y desempolvarla, aquello que llaman fe… pues muchas veces la perdemos y dejamos de tenerla ante diferentes circunstancias que consideramos que no tenían que pasarnos (aparta de mi este cáliz). Nos olvidamos que Jesús, aún sabiendo su final, se fio del Padre hasta su último momento porque sabía que, aunque el camino iba a ser duro, todo acabaría bien ya que el amor estaba por medio.
La Real Academia Española (RAE) define la palabra nazareno o nazarena con ocho acepciones: "Natural de Nazaret, ciudad de Galilea", "Perteneciente o relativo a Nazaret o a los nazarenos", "Dicho de una imagen de Jesucristo: Vestida con túnica morada", "Que profesa la fe de Cristo" o "Penitente que en las procesiones de Semana Santa va vestido con túnica, por lo común morada".
Quizás haya una de ellas que convendría que recordásemos de vez en cuando (que profesa la fe de Cristo). Sin dejar de agarrar nuestra cruz, no se nos tiene que olvidar coger aire para seguir siendo nazarenos, ya que Jesús pone en nuestro camino muchos apoyos (amigos, cosas que pasan que no entendemos pero que nos ayudan, constancia, esfuerzo, ejemplos a seguir…) para recordarnos que todo acabará bien. Aunque muchas veces no entendamos lo que sucede. Aunque el final no sea el que deseemos.
Hagamos, por lo tanto, esa definición de la RAE nuestra. Profesemos esa fe en Cristo que nos ayude a ser más fuertes. Porque hoy es un buen día para recordar que caeremos, más de tres veces, pero a buen seguro Él llegará con un ‘gran poder’ que nos ayudará a sacar lo mejor de nosotros mismos y seguir, con nuestra cruz, de nazarenos por nuestro camino.
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