Tic, tac

TIC, tac. La vida es cuestión de tiempo y las cuaresmas que vivimos cada año también lo son. Pasamos tiempo ensayando, limpiando nuestros enseres, preparando cosas, lavando las túnicas, hablando de semanas santas anteriores, de vida de hermandad… todo pasa en minutos, horas, algunos de los cuales nos dejan muy buenos recuerdos, otros no tanto, pero que sin duda hace que formen nuestra vida e historia cofrade. Tic tac.

Esta Cuaresma 2024 que hemos vivido a buen seguro que nos habrá dejado muchos minutos para recordar. Aquellos en los que hemos presentado algo en nuestra hermandad, algunas tertulias realizadas después de un culto o viacrucis, chicotás que nos habrán emocionado pensando que va bien el ensayo de cara a nuestro día grande… minutos y minutos de compartir que, al fin de cuentas, es lo que nos vamos a llevar tanto a nivel personal como con personas que, aunque algunas de ellas no las veamos mucho, sabemos que este tiempo es momento de verlas y compartir con ellas aquello que nos gusta. Tic tac.

Precisamente, el otro día, en una tertulia entre amigos, hablábamos del tiempo. Cada uno decide como pasarlo: desde un “¡vamos, vamos! Invirtamos el tiempo haciendo cosas” hasta un “prefiero pasar el tiempo sin hacer nada” pasando por un “voy haciendo cosas a mi ritmo, pero las hago”. La Cuaresma, la vida de hermandad y la Semana Santa es un poco igual. Podemos pasarla de manera muy activa, participando en todos los actos que se realizan tanto en nuestra hermandad como en las demás, pasándonos por la casa de hermandad para ayudar a preparar lo que haga falta para los cultos, viacrucis, Semana Santa o cruces de mayo por ejemplo; podemos, en función del tiempo que tengamos, participar en aquello que podamos o, aunque tengamos tiempo, participar en aquello que consideramos; o podemos, aunque nos guste todo este ‘mundo cofrade’, dejar pasar el tiempo y no hacer nada. Todo depende de nosotros y de las ganas que tengamos, ya que querer es poder. Tic tac.

Comenzando la Cuaresma, pude participar en una charla de formación para cristianos. En ella, estaba presente nuestro señor obispo, don Antonio Gómez Cantero. En ella, se me quedó grabada una explicación de la fe comparándola con los galgos que se utilizan para la caza: en un coto con muchos galgos, solo los que ven a la presa son los que corren hasta el final porque han visto al animalillo en cuestión; los demás, al principio también corren mucho y ladran pero se terminan cansando y abandonan. La fe es un poco igual: solo quien ha sentido la presencia de Dios alguna vez seguirá corriendo porque sabe que al final terminará encontrando ese ‘gran premio’. Y todo es cuestión de tiempo. Habrá quien necesite más, habrá quien necesite menos para vivirlo y sentirlo. Tic tac.

Quizás, el cofrade sea un poco así. Pasa el tiempo que puede o considera ayudando y trabajando por aquello que una vez sintió, porque quiere repetir esa sensación cada Cuaresma y Semana Santa. Porque quiere alimentar o recargar su fe. Porque para él, estos minutos son de calidad. Porque, quizás, al mirar a su Cristo o su Virgen, recuerde que la vida no se mide por las veces en las que uno respira, sino por las que se queda sin aliento. Señoras, señores, estamos en ese ‘tic tac’ que tanto nos gusta. Comienza la Semana Santa. Hagamos, entre todos y todas, que sea un tiempo de calidad, alegría, esperanza y que, el mensaje que Él nos dio, cobre más fuerza que nunca. Que el grano de trigo, que una vez murió en la tierra, dé el mayor y mejor de los frutos. ¡Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección!