La Unidad llena su barrio de vida cofrade
Multitud de almerienses se desplazaron a Piedras Redondas
Un nazareno se cayó mareado y la cofradía tuvo un retraso de 30 minutos
Había ganas de Semana de Santa en Almería tal y como pudo inferirse de lo acontecido ayer en los barrios de araceli y piedras redondas, y es que este año ha caído más tarde que el anterior. Miles de almerienses subieron a ambos barrios para disfrutar de las dos procesiones de vísperas en este último día de Cuaresma.
Comenzaba a caer la noche, como decimos, en el barrio de Piedras Redondas cuando asomó por la puerta de la Iglesia de San Ignacio de Loyola la cruz de guía de la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Paz en su Flagelación y María Santísima de la Unidad, y tras ella decenas de nazarenos ataviados con túnica negra, antifaz del mismo color y capa y cíngulo burdeos.
A continuación, la joven Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen empezó a interpretar el himno nacional al tiempo que el Santísimo Cristo de la Paz en su Flagelación salía de su sede canónica para el disfrute de todos los vecinos y cofrades, que acudían a encontrarse con Él en su segundo año procesionando por las calles de su barrio. Este año por primera vez con el frontal del paso tallado y con unas tulipas prestadas por la Hermandad de la Caridad.
Después del himno, pudimos deleitarnos con otro de los entrenos de este año: la nueva marcha compuesta por Antonio Marín Romero dedicada al titular cristífero de esta hermandad y titulada El Castigo.
Lamentablemente un penitente del tramo del Cristo se cayó al suelo mareado justo al salir, en la propia rampa de salida del templo. De hecho tuvieron que llamar a una ambulancia para asistir al mismo, lo que retrasó al discurrir de la cofradía una media hora aproximadamente.
Tras este mal rato -gracias a Dios con el nazareno ya recuperado- siguió avanzando el paso de misterio, adornado con flores silvestres moradas y helecho y portado por su cuadrilla de costaleros a las órdenes de Luis Corpas, capataz del paso, con el andar alegre característico de la misma.
Y cuando Jesucristo ya nos daba la espalda, comenzaba a dejarse ver María Santísima de la Unidad precedida por cerca de 30 mantillas. La titular mariana -aunque con la candelería apagada por culpa del aire- iba guapísima, magistralmente vestida por Francisco González.
El exorno floral realzaba aún más su belleza y estaba compuesto por astromenias blancas, frelsillas, rosas blancas y unas preciosas flores de cera.
Espectacular la bajada del palio por la calle Sierra de Gredos a los sones de Palomita de Triana, interpretada por la Banda de Música Los Iris de Instinción. En este caso la cuadrilla de costaleros fieles a su cita con la Señora, estaba comandada por su capataz Israel Alarcón Serrano.
Del discurrir de esta hermandad debemos destacar la petalá que se realiza a la Vírgen en la calle Sierra de Fondón y la saeta cantada por parte de Montse Pérez de la peña flamenca El Morato.
No hay comentarios