Pasadas las siete y media de la tarde hacía su salida del Convento de San Francisco, ante la atenta mirada de cientos de cuevanos, la imagen de Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén para celebrar la tradicional Procesión del Domingo de Ramos. Lo curioso, un Jesús de carne y hueso sobre una burra. Y es que esta localidad del Levante almeriense celebra el Domingo de Ramos con un desfile viviente.

Esta actividad está organizado por las Hermandades y Cofradías de Cuevas del Almanzora, que ya están inmersas en la Semana de Pasión de Cuevas del Almanzora, un municipio donde se suceden espectaculares desfiles, dignos de presenciar por la espectacularidad de las imágenes y el cuidado y mimo que prestan las hermandades al desarrollo de cada una de las Estaciones de Penitencia.

Jesús sobre la borriquita junto a sus acompañantes hebreos de edades dispares -incluso soldados- recorrió las calles Pilar, la plaza de la Encarnación, la de la Constitución desde donde tomó camino a la Cuesta del Castillo. De ahí a la plaza de la Libertad y las calles Estación, Verónica, las Lisas y Cruz Grande hasta alcanzar la Rambla y la Glorieta Sotomayor.

Esta procesión ha contado con el acompañamiento de dos bandas. Por un lado Agrupación Musical Cuevas del Almanzora y, por otro, la Agrupación Musical de la Real Hermandad de San Juan y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, que esta es su primera Semana Santa tras 10 años de silencio.

Al finalizar la procesión los músicos de la Agrupación Musical de Cuevas del Almanzora ofrecieron un concierto en la Glorieta Sotomayor, donde se congregó un gran número de vecinos que antes había arropado la imagen de Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén en un día de alegría como es el Domingo de Ramos.