El Gobierno ha decidido aplazar la aprobación del proyecto de la reforma educativa, que el Consejo de Ministros tenía previsto, en principio, aprobar este viernes, debido a que faltan por cerrar detalles de la memoria económica, según han informado fuentes gubernamentales. A su vez, fuentes del Ministerio de Educación han argumentado que es una ley de relevancia que tiene que ir al Consejo con todos los detalles cerrados. Hasta ahora, el anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) ha suscitado la oposición de Cataluña, País Vasco y las comunidades que gobierna el PSOE y sectores educativos, fundamentalmente de la enseñanza pública.

Miles de personas han salido a la calle durante la jornada de huelga general educativa contra la reforma que ultima el ministro José Ignacio Wert. El paro ha tenido un seguimiento del 72% en la escuela pública, según los convocantes, y menor del 20% según datos autonómicos recopilados por Educación. Los manifestantes han gritado "¡Dimisión, dimisión!", con una pitada de cinco minutos, al llegar al Ministerio de Educación, donde ha terminado la marcha de Madrid, encabezada por una pancarta contra la futura ley, los "recortes" y las "contrarreformas educativas". En el manifiesto leído al final de esta manifestación, se insiste que el Gobierno "intenta dinamitar" el derecho a la educación.

Entre 10.000 personas, según la Guardia Urbana, y 100.000, según los convocantes, la mayoría vestidas de amarillo, han llenado varias calles de Barcelona entre las plazas de la Universidad y la de Sant Jaume con lemas como "no sobran maestros, sobran ministros" y "no a la privatización de la educación". Los manifestantes llevaban grandes esculturas con forma de chorizo tanto con la cara de Wert como de la consejera catalana de Educación, Irene Rigau, y algunos han arrojado botellas de plástico y pintura lila contra la sede de la Generalitat. Además, 7.000 personas han protestado en las calles de Murcia y 3.000 en Palma de Mallorca entre profesorado, alumnos y familias, además de en ciudades como Zaragoza o La Coruña, o las capitales andaluzas, donde también estaban convocadas manifestaciones para la tarde.

Los integrantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, convocante de la huelga general en todos los niveles educativos, han confiado en que el Gobierno rectifique. Los sindicatos FECCOO, FETE-UGT, STES y CGT, los padres de Ceapa y el Sindicato de Estudiantes han advertido de que la protesta seguirá si el Gobierno no ceja en el empeño de una ley "segregadora, elitista, centralista y privatizadora".

La huelga, no obstante, ha sido desigual en función de los sectores y territorios, según los sindicatos, pues el seguimiento ha superado el 70 por ciento en la educación pública no universitaria y ha sido del 25% en la concertada. Ha sido mayor que la media en La Rioja, Asturias, Cantabria, Baleares, Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana y Aragón, e inferior en Canarias, Euskadi, Castilla-La Mancha y Castilla y León, según los sindicatos.

El secretario general de Universidades, Federico Morán, ha declarado que la huelga tiene carácter "político" y que los motivos aducidos por alguno de los sindicatos convocantes se basan en "bastantes inexactitudes", pues "no se va a privatizar la Universidad pública" y es "mentira" que el anteproyecto de la Lomce no se haya hablado con la comunidad educativa.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha respaldado la huelga al entender que profesores, alumnos y padres tienen sobrados argumentos por lo que la reforma supone en "recortes, trabas, segregación y retroceso". IU, que ha pedido la retirada de la reforma, había deseado que la movilización fuera "el mayor de los triunfos". Por el contrario, la secretaria de Educación e Igualdad del PP, Sandra Moneo, ha opinado que sería "una verdadera irresponsabilidad" no cambiar el sistema actual de enseñanza, pues la Lomce es "la gran oportunidad" de mejorar la calidad educativa.

Las movilizaciones han transcurrido sin apenas incidentes, aunque la Policía Nacional ha detenido a tres personas en Valencia por lanzamiento de objetos e insultos a los agentes del orden. En la misma ciudad, dos policías locales han resultado heridos leves tras un altercado con un grupo de estudiantes que pretendían incendiar contenedores y neumáticos y cortar la vía del tranvía. Otras dos personas han sido arrestadas en Valladolid por un altercado con policías nacionales cuando un grupo de personas intentaba entrar en la consejería de educación y un joven detenido en Jaén al terminar una manifestación.