Adri Embarba se convirtió en el protagonista de la jornada para el cuadro almeriense. El extremo, con un doblete, logró que el Almería rescatase un punto del Reale Arena. En su primer tanto, el madrileño batió a Remiro en un mano a mano, aunque el gol fue neutralizado en pocos segundos por el gol de Becker, que también fue protagonista en el segundo, con la asistencia a Oyarzabal. Sin embargo, un penalti de Zubeldia sobre Lozano fue ejecutado por Embarba, que igualó el encuentro en el minuto 88.

Después de la derrota contra Osasuna, Pepe Mel revolucionó el once con seis cambios. Con las bajas obligadas de Radovanovic y Marezi, Chumi y Baptistao entraron en el once. Bruno Langa, Dion Lopy, Adri Embarba y Luka Romero fueron las otras cuatro novedades de los rojiblancos. Imanol Alguacil también cambió algunas piezas. Robin Le Normand regresó al centro de la zaga, mientras que Sheraldo Becker fue de la partida inicial por un Takefusa Kubo que arrastró molestias toda la semana.

En el minuto dos de partido, la Real Sociedad dio el primer aviso desde el balón parado. Saque de esquina botado desde la derecha al primer palo que encontró el remate de Mikel Merino, aunque Luis Maximiano tiró de reflejos para meter una buena mano. El rechace pudo ser para Mikel Oyarzabal, pero Bruno Langa estuvo atento para molestar lo justo al capitán txuriurdin.

Pepe Mel da instrucciones con Marc Pubill preparado para sacar de banda.

En pocos pases, los donostiarras se plantaban en el área rival con mucha facilidad. El plan de los vascos era claro desde los primeros compases: cargar la zona de peligro de jugadores para bombardear a centros las inmediaciones unionistas. Alguacil había tomado nota de las debilidades del Almería, siempre frágil en este tipo de acciones.

En las pocas acciones ofensivas de los visitantes, un desaparecido Leo Baptistao apenas recibió balones, con solo siete pases completados en el primer tiempo. Con Jonathan Viera como verso libre, el canario tampoco tuvo la frescura para inventar algo diferente en línea de tres cuartos. Lo más peligroso de los rojiblancos fue un centro de Adri Embarba que no encontró el remate de Luka Romero, bastante ensombrecido también.

A partir del minuto veinte de choque, las pulsaciones bajaron para que la zozobra reinase en un duelo adormecido por momentos. En ese tramo, el Almería aprovechó para adelantarse en el marcador. Embarba aprovechó el despiste de Traoré, que le faltó contundencia para despejar el esférico, para plantarse solo delante de Álex Remiro y definir al palo largo. Segundo tanto del extremo madrileño este curso.

Adri Embarba celebra el primer tanto del encuentro.

Aunque, las alegrías, en la casa del pobre, duran muy poco. En este caso, solo una jugada. Sheraldo Becker igualó la contienda a los pocos segundos tras un buen centro de Javi Galán que fue rematado por el surinamés con la planta del pie en el primer palo. A partir de la igualada, acoso y derribo de los donostiarras sobre el arco del guardameta portugués.

Los dos protagonistas del gol de la Real volvieron a aparecer para acariciar el segundo. Javi Galán con un fuerte disparo cruzado y, en el rechace, Becker buscó el doblete. Sin embargo, Luis Maximiano repitió esfuerzos para evitar el tanto hasta en dos ocasiones. Era el partido del extremo, que no paró de convertir la noche en una pesadilla para Langa y Édgar. En otra notable jugada, el txuriurdin cedió un balón a Zubimendi que se fue directo al larguero.

Los pupilos de Alguacil asfixiaron a los indálicos en los últimos cinco minutos con otra clarísima oportunidad de Barrenetxea. Con la bandera blanca asomando por el banquillo indálico, Díaz de Mera decretó el final del primer tiempo para fortuna almeriense.

No iba a cambiar mucho la historia. Mikel Oyarzabal marcó el segundo, pero Javi Galán estaba en posición antirreglamentaria en el momento de recibir antes de poner el centro. El dominio de la Real Sociedad era absoluto, con un Almería pidiendo clemencia en campo propio y completamente inofensivo para un rival muy superior.

Javi Galán y Sheraldo Becker fueron los dos protagonistas del partido.

El segundo gol era cuestión de tiempo. Zubimendi condujo hasta el balcón del área para ponerla con música y encontrar a un Becker que, con mucha calidad, la puso al segundo palo. Mikel Oyarzabal solo tuvo que poner el pie para completar la remontada. A pesar de la incertidumbre del VAR, el tanto acabó subiendo al marcador.

El Almería siguió tendido en la lona con la mandíbula descolocada mientras que los vascos guardaron sus principales armas para pensar ya en los siguientes compromisos ligueros. Cuando todo pareció abocado a la victoria local, la entrada de Choco Lozano revolucionó el encuentro. El hondureño forzó la pena máxima en una acción en la que Zubeldia agarró claramente al delantero y en la que vio la roja por esa infracción.

Nuevamente Adri Embarba asumió la responsabilidad desde los once metros y transformó el decisivo tanto que puso las tablas en el marcador. Duelo clave del extremo, que se reivindica con este doblete. El Almería sigue como colista de la clasificación, con catorce puntos. Pero, oficialmente, el peor récord de la historia de Primera es cosa del pasado y seguirá en propiedad del Sporting de Gijón de la temporada 1997/98.