UD ALMERÍA 6-1 CÁDIZ CF | La Crónica
  • Tras una primera parte para olvidar (0-1), los cambios al descanso reactivaron al equipo para remontar

  • Dobletes de Arribas -acaba pichichi local con 9 dianas- y Luis Suárez, que se fue ovacionado al igual que Viera

  • El central Paco Sanz se estrenó en Primera sustituyendo a Radovanovic

  • Pepe Mel: "Casi seguro no sigo aquí"

El Almería gana en casa un año después y acaba vicecolista (6-1)

Suárez le dedica uno de sus goles a su futuro bebé Suárez le dedica uno de sus goles a su futuro bebé

Suárez le dedica uno de sus goles a su futuro bebé / Javier Alonso (Almería)

Escrito por

· Paco Gregorio

Jefe de Deportes

La última jornada liguera sirvió para exorcizar demonios. En primer lugar logró eludirse el farolillo rojo. También romper el maleficio de más de un año sin ganar en el Power Horse Stadium, que acumulaba ya 19 jornadas, y por último embolsarse un millón de euros más por el reparto de derechos televisivos. Antes hubo que sufrir otra primera mitad impropia de futbolistas profesionales. Ni siquiera jugar conociendo el 7-0 del Girona al Granada en la noche anterior pareció servir los primeros 45 minutos para que los rojiblancos pusieran la mínima intensidad requerida. 

El día de su despedida extrañamente Mel optó por alinear a un once teóricamente titular, con la salvedad de mantener a Fernando bajo palos en lugar de Maximiano, salvaguardando la que apunta a ser la mayor venta del verano rojiblanco. Radovanovic regresaba a la titularidad en el eje de la zaga, con Édgar acompañando a Robertone en el doble pivote y Viera de enlace para un trivote ofensivo conformado por Embarba, Baptistao y Luis Suárez. 

En el primer acto no salió nada. En realidad no se intentó nada. Los locales se dedicaron a perseguir sombras y evitar lesiones indeseadas de cara al periodo estival. Entre disparos postureros de Embarba a las nubes y alguna llegada sin fuelle de Viera a la frontal del área, el Cádiz se plantó una vez en campo rival y marcó. Álex Fernández tocó en la línea de medios para Brian Ocampo y este avanzó con la pelota sin que Édgar hiciera nada por frenarlo ni Radovanovic plantase pantalla antes de lanzar un disparo desde la frontal del área ajustado a la base del poste que sorprendía a un cariacontecido Fernando. 

El tanto fue el mejor resumen de un año para olvidar. Todos mirando y ninguno apretando. De este modo se explican los 75 goles en contra, la cifra más abultada en el periplo de la UDA en la máxima categoría. La reacción de Mel al descanso, no obstante, fue de pleno al 15. Retiró a un desastroso Édgar y un desaparecido Baptistao para dar entrada a Melero y Arribas en busca de darle más criterio al juego con balón con el primero y el oportunismo en área rival del segundo. 

Melero abraza a Arribas tras uno de sus goles Melero abraza a Arribas tras uno de sus goles

Melero abraza a Arribas tras uno de sus goles / Javier Alonso (Almería)

La apuesta del madrileño por sus dos paisanos tuvo éxito inmediato. Nada más reanudarse la contienda Viera combinaba con Embarba en el balcón del área y el extremo, ejerciendo de pivote, devolvía de espaldas sobre la llegada de Melero para que éste sacara un disparo que, tras golpear en un contrario, burlaba a David Gil para restablecer la igualada.

Y sin solución de continuidad iba a producirse la remontada. La acción nació en un lanzamiento lejano de Pubill que Gil despejó con la manopla en primera instancia. Su rechace caía a los pies de Arribas, cuyo remate volvía a detenerlo el meta cadista en el suelo con la pierna, pero a la tercera fue la vencida y el propio Arribas regateaba al arquero para establecer el 2-1, octavo tanto en su cuenta particular.

Paco Sanz, que debutó en Primera, felicita a Arribas Paco Sanz, que debutó en Primera, felicita a Arribas

Paco Sanz, que debutó en Primera, felicita a Arribas / Javier Alonso (Almería)

El Cádiz había entregado claramente la cuchara, es como si el equipo del primer tiempo se hubiera quedado en las duchas. Esa relajación visitante trajo consigo inevitablemente el tercero, nacido en un duro disparo de Viera que Gil despejaba con dificultad y Zaldua, en su intento de cederla de cabeza, sorprendía al arquero marcando en propia meta ante el acoso de Arribas.

En plena huelga amarilla de brazos caídos Luis Suárez iba a aprovechar para darse el gusto de marcar el primer tanto tras superar su complicada lesión. Fue con un remate a la altura del punto de penalti en el que todo el trabajo lo hizo Viera con una asistencia de categoría mostrando nuevamente la clase que atesora el de La Feria en sus botas.

Debut de Paco Sanz

Con el partido ya controlado Mel se dio el capricho de hacer debutar a otro canterano, en este caso el central Paco Sanz. Cuando se le recuerden sus diez jornadas al frente del conjunto indálico podrá ponerse la medalla de sacar del filial a Marcos Peña y darle minutos a Sanz. El Cádiz se limitaba por entonces a capear el temporal y le cayó el quinto.

Esta vez llegó con un duro disparo de Embarba rechazado por Gil (no embolsaba ninguna) y Suárez, el más listo de la clase, aprovechaba el balón muerto para firmar un doblete sanador, acabando un año duro en lo personal por su grave lesión con media docena de dianas, segundo máximo realizador del plantel igualado con Baptistao.

Ovaciones para Suárez y Viera

Atento a todos los detalles Mel decidió sustituir al colombiano para que recibiera una atronadora ovación de las poco más de 7.000 almas que se congregaron en el recinto de la Vega de Acá, reconociendo el esfuerzo del cafetero por reaparecer antes del final del curso. En su lugar entró Ibrahima Koné, que también se recupera para la causa tras un largo calvario al romperse el tobillo con su selección. 

La última sustitución de Mel también fue simbólica, retirando del terreno de juego a Viera para recibir otra gran ovación, dando entrada a Luka Romero. Sergio Arribas conseguiría después el set final (6-1) batiendo por debajo de las piernas a Gil y elevando a nueve los tantos de su registro (se había propuesto una decena al inicio de curso) acabando el joven exmadridista como pichichi rojiblanco. Goleada para cerrar un año del que la directiva debería extraer muchos aprendizajes. 

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