El discurso del partido a partido se ha agotado y el Almería necesita virar su enfoque para venderle ilusión a sus seguidores en las diez jornadas que le restan a la competición, la fase en la que se reparten las habichuelas. El empate ante el Rayo Majadahonda parecía un paso atrás amortiguado sin embargo por los resultados de los rivales directos en la pugna por entrar en la promoción.

El Mallorca caía derrotado por sorpresa en Córdoba, mientras que Sporting, Oviedo y Alcorcón no pasaban del empate. Solo sumó el Cádiz al medirse al excluido Reus, por lo que la meta sigue estando al alcance de la mano, a 6 puntos de diferencia. Como quiera que restan 30 por disputarse y la media de los últimos cursos para acceder a la sexta plaza ronda los 66, el Almería necesita sumar 20 para proyectarse hasta esa cifra desde los 46 actuales.

El objetivo es ambicioso y para conseguirlo los de Fran Fernández necesitarían ganar dos de cada tres puntos de ahora en adelante. De esos diez partidos van a disputar cinco en el Mediterráneo y otros cinco a domicilio, por lo que en caso de no pinchar en casa y sacarlos todos adelante, necesitarían al menos ganar un duelo fuera e igualar otros dos.

Con 46 puntos en la tabla, el Almería necesita proyectarse a 66 sumando 20 de 30

En su feudo recibirán a Nástic, Oviedo, Elche, Alcorcón y Albacete (último rival del curso), mientras que fuera rendirán visita al Extremadura en la próxima jornada, además de a Tenerife, Lugo, Real Mallorca y Las Palmas.El cuerpo técnico debe tenerlos todos señalados en rojo para intentar dar el necesario salto de calidad que evite quedarse en tierra de nadie.

Y para ello se antoja fundamental que toda la plantilla sin fisuras abrace ya sin remilgos el discurso de Esteban Saveljich, el único jugador del plantel que antes del final de la primera vuelta ya comentó que su meta para esta campaña era al menos entrar en el play-off, secundado tímidamente por algún que otro compañero, pero no por la mayoría, cómoda con la permanencia.

Una vez que esa salvación ya es virtual y pronto lo será matemática, toca pisar el acelerador para intentar reenganchar a los desencantados de vivir tres temporadas en el alambre salvándose en la última jornada. De lo contrario el tramo final se haría tedioso. Falta saber si el físico acompañará y si todos están dispuestos a remar en la misma dirección o buena parte del plantel se acomoda, por contra, en la elusión del descenso. Está en sus manos y el tiempo lo dirá.