UD ALMERÍA | EL RIVAL

Samú Costa y Morlanes regresan a Almería tras formar dupla en la sala de máquinas

Samú Costa y Morlanes en su etapa como rojiblancos en el estadio de los Juegos Mediterráneos.

Samú Costa y Morlanes en su etapa como rojiblancos en el estadio de los Juegos Mediterráneos. / Javier Alonso (Almería)

Verano de 2020. El Almería se encontraba en Segunda División y la nueva propiedad afrontaba su primer mercado estival completo tras un primer curso en el que cuatro entrenadores habían pasado por el banquillo indálico. Aquel equipo iba a ser dirigido por José Gomes, que asumió el mando para los playoffs post pandemia. El centro del campo era un enigma con Petrovic y De la Hoz para cubrir estas posiciones y con salidas como la de Valentín Vada para dejar hueco a los que llegasen.

Para reforzar esa parcela, Manu Morlanes llegaba cedido del Villarreal para ser pieza clave en la medular. Otro movimiento, que no ocupó ninguna portadasa, fue la llegada de Samú Costa, un pivote sin experiencia en el fútbol profesional que aterrizaba desde Braga. La pretemporada consagró al portugués mientras el maño se recuperaba de sus dolencias de hombro.

Con el paso de las jornadas, el Almería había descubierto un diamante para su centro del campo, que comenzó a carburar junto con De la Hoz y por delante con futbolistas como Aketxe, Carvalho o Villalba. Poco a poco, fue entrando en juego Morlanes, uniendo a ambos en un doble pivote dinámico, con la combinación del talento del español y la garra del luso.

La mejor etapa fue en enero de 2021, cuando los rojiblancos vencieron al Alavés en Copa del Rey 5-0 en un estadio que seguía con las gradas vacías. Fueron días de fútbol en casa y mascarillas en la calle. La temporada 2020/21 acabó con José Gomes marchándose en la recta final del campeonato y con Rubi protagonizando otro playoffs en el que el Girona acabó superando nuevamente al Almería.

Samú Costa y Manu Morlanes luchando por un balón en La Rosaleda. Samú Costa y Manu Morlanes luchando por un balón en La Rosaleda.

Samú Costa y Manu Morlanes luchando por un balón en La Rosaleda. / Marilú Báez (Málaga)

El futbolista maño terminó su cesión en el conjunto indálico y, tras vestir la camiseta del Villarreal y Espanyol en Primera División, acabó en el Mallorca. Samú Costa siguió dos temporadas más, en las que nunca encontró el nivel que tuvo aquel curso junto con Morlanes. Actuando como interior a las órdenes del técnico barcelonés, las virtudes del portugués se vieron reducidas sin ese recorrido que le ofrecía el anterior sistema.

Tras la salvación agónica en el RCDE Stadium, Samú Costa y el Almería separaron sus caminos después de tres temporadas en las que el centrocampista comenzó su historia en el fútbol español. Un viaje que le volvió a unir con Morlanes en Palma de Mallorca. Los dos futbolistas bermellones ahora disfrutan la experiencia de Primera División en el cuadro balear, algo que no pudieron conseguir en tierras almerienses.

Muchos aficionados siguen con la espinita de que estos dos mediocampistas no lograsen encadenar más campañas juntos en el Almería, ya que hubiesen podido crecer juntos en el Power Horse Stadium. Este domingo regresan con otra camiseta, pero con el recuerdo de cualquier tiempo pasado siempre fue mejor.

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