El Almería se juega ante el Alavés el pase a la ronda de octavos de final de la Copa del Rey. Al Almería no le sobra la Copa, pero tampoco le va la vida en ello. En otras épocas, jugar ante un rival de Primera División de enjundia en esta competición significaba el ingreso de una buena taquilla y prácticamente amarrar el presupuesto de la temporada. Pero con las gradas vacías, poco más hay en juego que el honor o la competitividad, puesto que el día a día de los rojiblancos (y del Alavés) pasa por los objetivos de Liga.

El Almería llega después de ganar en Hospitalet, en la primera eliminatoria, con un gran partido de Ramazani, y tras superar en Los Pajaritos al Numancia, con una exhibición de Fernando, bajo palos, y Robertone en la finalización.

Desde la 2013-2014, el equipo almeriense no accede a una eliminatoria de octavos de final, cayendo entonces ante el Racing de Santander. Su mejor resultado fue en la 2010-2011 en la que jugó las semifinales, cayendo ante el Barça, tras dejar atrás a Real Sociedad, Mallorca y Deportivo de La Coruña.

A lo largo de la semana, el técnico ha planteado diferentes escenarios para preparar el partido, eso sí con mucho trabajo para finalización de jugadas en esa búsqueda constante de mejorar cara a portería rival, ya que en casa se quedó tres partidos sin ver portería.