El Almería se dejó más que tres puntos en Cádiz

La imagen de Nico Melamed agarrado por un miembro del equipo segundos después de ser expulsado representa la frustración y el pesar de un Almería que lo tuvo en su mano, pero que acabó perdiéndolo en el último suspiro. La noche de Cádiz será difícil de olvidar. En cien minutos, los rojiblancos pasaron por todos los estados emocionales posibles con el mismo final de siempre: una derrota fuera de casa.

No obstante, este partido está completamente alejado de la imagen de pasotismo que tantas veces ha acompañado a una plantilla que se vació en el Nuevo Mirandilla. La contienda estaba llamada a ser una larga partida de ajedrez en la que los dos técnicos efectuasen sus movimientos con paciencia. Los primeros treinta minutos fueron esa calma antes de la tormenta arbitral. Palencia Caballero, que ya avisó con dos cartulinas en solo cinco minutos, expulsó a Kaiky tras agarrar a Roger Martí cuando el delantero se giraba hacia la portería de Fernando. Como un vaquero en el Lejano Oeste, el vasco desenfundó la tarjeta roja a la velocidad de la luz con decisión e ímpetu.

Defensa numantina con nueve

El hecho de quedarse con uno menos no hundió a los indálicos, que lograron el primer gol del partido minutos después. Gonzalo Melero remató de cabeza en un saque de esquina centrado por Nico Melamed en el área pequeña y colocó en ventaja a la UDA. Antes de finalizar el primer tiempo, los de Rubi estuvieron muy cerca de irse con más goles de ventaja con dos claras ocasiones de Leo Baptistao.

El técnico de Vilassar de Mar tomó la decisión de introducir a Bruno Langa para doblar los dos laterales, ya que Alejandro Pozo había sustituido a Sergio Arribas en el 40’. Esta modificación de carácter defensiva no tuvo impacto en el duelo debido a que el mozambiqueño también fue expulsado al tirarse al suelo y derribar a Roger, aunque tocando antes balón. El trencilla, con la misma celeridad que con Kaiky, mandó a los vestuarios al lateral. Nueve contra once. Una verdadera batalla en la que los indálicos apostaron por una defensa numantina ante un Cádiz que tampoco fue un torbellino sobre el marco de Fernando.

La tormenta arbitral siguió dejando chubascos de decisiones tan contradictorios que acabaron con la paciencia de un Rubi que pocas veces había sido expulsado, pero que fue el tercer rojiblanco en ver la roja. Con dos menos, sin entrenador, pero con ventaja en el marcador. Con este contexto, el cuerpo técnico no introdujo el quinto cambio y el castillo de naipes se terminó cayendo al primer soplido medianamente fuerte de los locales. Ontiveros la puso al área, Carlos Fernández superó a Pubill y empate con el tiempo ya agotado.

Con el partido ya finalizado, el Almería se fue al ataque. Forzó un saque de esquina, pero ese fue su peor error: Lucas Robertone falló y el punto, que podría ser clave de cara al pase al playoff, se perdió en una transición definida por Víctor Chust. El final derivó en la cuarta expulsión del Almería, en este caso para Melamed y en una tangana entre los dos equipos. Para rematar la faena, el acta del colegiado sentenció el futuro a corto plazo de la UDA, con teóricas sanciones de un partido para los dos defensores y, probablemente, de tres encuentros para Rubi y Melamed, La mayor unión suele ser un enemigo común, por lo que la próxima jornada ante el Racing es el momento más importante de la temporada después de una demostración de pundonor por parte de un grupo que quizás necesitaba un electroshock de estas características.