Este fin de semana, la UD Almería echa el telón al curso futbolístico 23/24 tras consumar uno de los peores años en la historia de la entidad. Una temporada en la que los rojiblancos confirmaron su descenso de categoría con cinco jornadas de antelación, con un bagaje de 18 puntos y solo dos victorias y con el récord de goles encajados (74) en la máxima categoría.

Sin embargo, el (cruel) destino ha querido que todavía haya dos objetivos para esta cita final. La primera es no acabar como colista del campeonato. Para ello, el Granada tiene que perder contra el Girona y el Almería vencer al Cádiz, con el factor de goles a favor y en contra también en juego (-3 para el Almería antes del comienzo de la jornada con respecto a los nazaríes). Un asunto quizás sin importancia para el aficionado medio, pero que repercute en las arcas del club, con un incremento de ganancias de un millón de euros.

En segundo lugar, para no acabar ocupando el farolillo rojo de la clasificación hay que batir al Cádiz, recientemente descendido a Segunda División tras el empate contra Las Palmas. El cuadro almeriense todavía no ha vencido como local en toda la campaña. Una batalla contra la propia historia de la competición, ya que ningún equipo ha acabado una temporada sin vencer en su feudo.

Luis Maximiano intenta cortar un balón en un rondo del equipo.

Los indálicos no contarán para este último compromiso con Iddrisu Baba, operado de apendicitis la pasada semana, ni César Montes, que ha sido baja de última hora y no aparece en la convocatoria confeccionada por Pepe Mel. Tampoco estarán Marcos Peña ni Marezi, centrados en el partido clave del filial contra el Atlético Malagueño.

Por su parte, Paco Sanz ha tenido que ser citado por las bajas en defensa. El central, no obstante, podría estar el domingo con el conjunto de Alberto Lasarte. Las otras novedades son Largie Ramazani, que reaparece tras la sanción por los insultos a Ortiz Arias, y Dion Lopy, recuperado de sus problemas musculares.

El Almería apostará por un once de gala

Según dejó entrever Pepe Mel, que afronta su último partido en el banquillo rojiblanco, la idea es vencer para dejar un último buen recuerdo a una afición que lleva más de un año sin ver ganar a los suyos. Por ello, la idea será alinear a los mejores jugadores disponibles. Esto cierra la puerta del once a Diego Mariño, que no podrá contar con minutos con el técnico madrileño. En su lugar, Luis Maximiano regresaría a la portería rojiblanca tras la titularidad de Fernando en Mallorca.

En la línea defensiva, Marc Pubill estará en el lateral derecho, con Radovanovic regresando a la titularidad después de dos meses acompañando a Chumi en el centro de la zaga. Bruno Langa o Álex Centelles son las alternativas en el costado izquierdo. En la sala de máquinas, Édgar González y Lucas Robertone formarán el doble pivote, con Jonathan Viera como verso libre. El canario se ha convertido en fundamental en la etapa de Pepe Mel en Almería.

Jonathan Viera busca el disparo en una de las sesiones de la semana.

De la misma forma que Leo Baptistao y Adri Embarba, que estarán en las bandas. Sergio Arribas, Luka Romero o Largie Ramazani se presentan como variantes en ataque, aunque con menos opciones de entrar en el equipo. Luis Suárez, tras sumar más de una hora de juego en Mallorca, apunta a que repetirá en el duelo contra el Cádiz como referencia de los unionistas.

En el partido 600 del Cádiz en Primera División, el conjunto gaditano se despide la máxima categoría. Mauricio Pellegrino también dice adiós a la entidad amarilla, en una cita en la que no podrá contar con los sancionados Víctor Chust y Chris Ramos.