Un instante de discordia empaña la alegría del Almería
UD ALMERÍA | LA CONTRACRÓNICA
El cruce de gestos entre Dion Lopy y Rubi durante el cambio del jugador puso una nota de tensión en la victoria frente al Eibar
“No vamos a ascender en noviembre”: el mensaje de prudencia del vestuario del Almería
La Unión Deportiva Almería sigue conjugando el verbo ‘ganar’ con la misma facilidad con la que solventó la contienda ante el Eibar (3-1). La maquinaria se empleó a fondo para cerrar el partido en el primer tiempo, con tres tantos que aparcan el debate de la eficacia de cara a la portería rival y vuelven a poner de manifiesto el potencial de un equipo que ya está en la conversación por el ascenso por méritos propios.
Sin embargo, la felicidad que se respiraba en el Estadio de los Juegos Mediterráneos cesó a la hora de partido. Joan Francesc Ferrer Sicilia 'Rubi' decidió mover el banquillo y dar entrada a Gui Guedes. El elegido para abandonar el terreno de juego fue Dion Lopy, que vio la amarilla por una dura entrada a Javi Martínez en la recta final del primer tiempo y estaba jugando con fuego después de varios despistes en campo propio. Una sustitución coherente por el devenir del encuentro y el peligro que implicaba una segunda cartulina para el mediocentro senegalés.
Minuto sesenta. Lopy ve la tablilla del cuarto árbitro y no termina de aceptar de buen grado la decisión del técnico de Vilassar de Mar. Contrariado, el mediocentro camina lentamente hacia la posición del entrenador mientras va lanzando algunas palabras. El preparador rojiblanco, en el momento que se cruza con el futbolista, le extiende la mano para saludar al centrocampista, pero no obtiene ninguna respuesta. Rubi se gira y señala hasta en dos ocasiones con el dedo índice al jugador, que entra al banquillo seguido por el míster. En ese momento, se produce una corta conversación en la que intervienen Robertone y Fernando. El argentino para separar al barcelonés y el murciano para calmar a su compañero.
Esta fue la secuencia de los hechos, pero la historia continuó tras el partido. En la foto grupal del equipo para celebrar la victoria ante los armeros, Dion Lopy aparece por detrás de Patrick Soko y Federico Bonini con cara de pocos amigos. En la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos, Rubi analizó la situación: “No me ha gustado ni a mí ni a ti ni a nadie. Cuando uno cuestiona una decisión cualquier del entrenador, hay que respetarla. Él ha tenido un calentón, se ha equivocado y la vamos a gestionar como siempre lo hemos hecho, con normalidad y aplicando nuestro protocolo. No hay que darle más vueltas y no voy a hacer una montaña porque no es una cosa habitual”.
En la misma línea, el técnico catalán señaló que “nos podríamos haber planteado cambiarlo en el descanso, pero con el 3-0 hemos pensado que había que jugar con la situación porque está acostumbrado a jugar con tarjeta y el año pasado nunca fue expulsado por doble amonestación”. No obstante, confesó que “hoy veía más riesgo en esa situación”.
"El asunto ya está zanjado"
Este domingo, según ha podido saber Diario de Almería, el episodio ya forma parte del pasado. Desde el club aseguran que “lo de Lopy no nos preocupa”, por lo que “el asunto ya está zanjado”. La única duda existente será si el centrocampista será titular ante el Ceuta o si recibirá un correctivo en forma de suplencia en el Alfonso Murube el próximo fin de semana.
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